Grupo se adjudicó el ataque explosivo y explicó sus motivos. Policía detectó quién y cómo instaló la bomba.
Una acción de corte anarquista explicaría la detonación de una bomba que causó estragos en un edificio de la comuna de Providencia, la noche del lunes.
Fue cerca de la medianoche cuando un artefacto explosivo destruyó ventanales del laboratorio Abbott, en la intersección de Avenida Pedro de Valdivia con la calle Alfredo Barros.
No se reportaron personas lesionadas, pero el bombazo generó alarma y fue calificado por el Gobierno como un acto “terrorista”.
Con el correr de las horas la incertidumbre sobre lo ocurrido fue disipándose. De acuerdo a La Tercera, investigadores detectaron, al revisar cámaras de seguridad, que la bomba fue instalada a eso de las 23:00, por un sujeto que pasaba desapercibido entre quienes transitaban a esa hora.
Según los antecedentes, iba vestido con atuendo propio de repartidores de comida. Al pasar por la mampara del laboratorio, dejó una bolsa y se fue en dirección desconocida. Al rato el paquete explotaría.
Conmemoración anarquista y anticonceptivos defectuosos
Durante esta mañana se conoció, además, un comunicado donde un grupo anarquista se adjudica la acción. Se denominaron como “Células Revolucionarias Belén Navarrete – Nueva Subversión".
Su principal motivación fue la conmemoración del “Mayo Negro”, que recuerda a Mauricio Morales Duarte, anarquista de 25 años, conocido como “el Punky Mauri”, que murió cuando iba a instalar una bomba en Santiago, el año 2009.
“Con este ataque recordamos al compañero Mauricio Morales que a 16 años de su muerte continúa presente en el avance de la guerrilla urbana anarquista. En este Mayo Negro, la memoria y la acción se entrelazan”, se lee en el escrito reivindicatorio.
En redes sociales han circulado, además, distintos llamados a acciones del mismo corte, para este 22 de mayo, jornada que han denominado como “día del caos”.
¿Por qué el laboratorio? Según el texto, hay un segundo motivo para atacar aquellas dependencias: “los laboratorios Andrómaco, Silesia y Abbott continúan haciendo de estas prácticas una política de empresa: seguir distribuyendo anticonceptivos defectuosos”.
El grupo manifestó que los laboratorio Abbott-Recalcine ocasionaron “cientos de embarazos no deseados, ante esta situación las empresas responsables propusieron indemnizar con $38.900 pesos, suma ni siquiera cercana a la mitad de lo que nos costó armar este artefacto explosivo, y aunque muchxs no estén de acuerdo con el método de acción, convengamos al menos que la suma ofrecida es una burla, otra más por parte de la dictadura democrática empresarial“.
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