Estremecedores antecedentes se conocieron sobre el crimen de Hugo Fernández Martínez, el ingeniero de 35 años asesinado durante un turbazo a su casa en la comuna de Lampa.

Fue la madrugada del lunes cuando un grupo de individuos irrumpió en el domicilio donde Hugo dormía junto a su madre y su hermano, diagnosticado con TEA.

Los “cabros chicos”, como los describió la madre del ingeniero, amenazaron a la dueña de casa, golpearon al hermano menor y dispararon a quemarropa a Hugo. Falleció momentos más tarde en un recinto asistencial.

Los delincuentes, hasta ahora prófugos, se habrían llevado dos celulares.

El profesional se dedicaba a la publicidad y diseñó el logo de la pastelería de su mamá. Fue precisamente en ese negocio cuando fueron víctimas de un asalto anterior.

Por ese motivo, habían tomado una decisión, justo antes de la tragedia.

Se iban a cambiar de casa

Samanta, amiga de Hugo, contó en el matinal Contigo en la Mañana (CHV), que el profesional y su familia tenían un plan para dar un giro a su vida y alejarse de la delincuencia.

La principal meta de la madre “era poder vender su casa porque tuvo que cerrar su pastelería”, producto del asalto, indicó la amiga. Luego la emprendedora siguió vendiendo pastelitos los fines de semana.

“Y ya estaba a punto de vender su casa. Se supone que en marzo se debería haber vendido y sucedió todo esto. Sus planes de poder irse a una comuna más segura y poder montar su pastelería con su hijo se vieron truncados”, relató Samanta.

Hasta el cierre de esta nota, los culpables del crimen aún eran buscados.