Por Diego Ramírez“Tengo un chip en la cabeza, monitoreado por una agencia”: el caso de “modelo” parricida que quiso pasar por demente
A sólo dos meses de arribar a Chile, ciudadano venezolano asesinó a su esposa en pleno en centro de Santiago. Para defenderse, presentó una carta.

“Si no saben nada de mí y no me comunico con ustedes, preocúpense, porque me pasó algo”.
Con estas palabras, Rosa Alejandra Pino Araneda (37) adelantó lo que sólo tardó dos meses en cumplirse.
Fue en octubre de 2010 cuando, en un departamento ubicado en un edificio de calle Dieciocho, a un costado de la cama matrimonial, la policía encontró el cuerpo de la mujer con evidentes signos de sufrir golpes y estrangulamiento. El crimen horrorizó a Santiago.

Venezolano detenido
La Brigada de Homicidios de la PDI y la Fiscalía Centro Norte dieron en menos de 24 horas con el ciudadano venezolano Jonathan Gámez Guerrero, (36), esposo de Rosa, con quien había llegado hace tres meses a Chile. Ella quería venir, tras encontrar trabajo en un call center.
Según declararon amigas de la víctima, semanas antes, Rosa confesó haber sido golpeada por el sujeto. De hecho, la sorprendiendo con marcas en cuello y brazos. La mujer contó que su marido le pegaba porque creía que por su culpa estaba sin trabajo.
A tal punto escaló la preocupación de esta mujer que, el 8 de octubre (apenas dos semanas antes de su asesinato), puso una denuncia por un hecho de violencia intrafamiliar, cuando su esposo trató de asfixiarla.
Sobre la aprehensión del entonces sospechoso, la policía confirmó que lo pillaron en un hostal de Gorbea con Avenida España, a casi seis cuadras del crimen. Al ser detenido, se hizo pasar por loco.
“Tengo un chip en la cabeza que está monitoreado por una agencia internacional”, repetía a cada rato.
“El imputado no ha cooperado con la investigación y no ha aportado antecedentes”, detallaron desde la BH.
El fiscal Ernesto Velásquez indicó que Jonathan no tenía trabajo conocido en Chile, pero poseía una promisoria carrera de modelaje en Venezuela. “Al parecer el imputado era modelo de un revista”, indicó.

Extraño comportamiento
Ya en su formalización, Gámez Guerrero siguió con su extraño comportamiento.
Apenas vio al fiscal Centro Norte, Ernesto Vásquez, el venezolano acusado de golpear y estrangular a su mujer sacó de entre sus ropas una carta, supuestamente escrita a máquina por su esposa, en la que se disculpaba por denunciarlo a la policía por violencia intrafamiliar. En sus pertenencias Gámez tenía tres cartas iguales.
En la instancia judicial se dio a conocer que, al momento de ser detenido en la hostal, el hombre fue trasladado con todas sus pertenencias a la BH. Al abrir la maleta que llevaba sus prendas, se advirtió otra rareza: toda su ropa estaba húmeda, como recién lavada.
“Desde la maleta levantamos una polera que tenía una mancha pardo rojiza que parecía sangre. De manera espontánea el imputado dijo: ‘Ah, esa sangre es de mi mujer, pero de la menstruación’”, comentó Vásquez.
Para el fiscal, en ese momento, ya no cabía duda. “Él cometió el hecho de una manera calculada y fría. Tiene una idea en su cabeza que la está tratando de concretar a través de elementos inverosímiles”, sostuvo. Sin embargo, la defensa pidió informes siquiátricos.
La verdad del caso
En marzo de 2012, a un año y medio del crimen, el Ministerio Público solicitó presidio perpetuo simple en contra de Gámez Guerrero.
Según la investigación, entre los días 22 y 25 de octubre de 2010, el inculpado golpeó a su pareja en distintas partes del cuerpo, para luego asfixiarla mediante ahorcamiento, provocándole la muerte.
Asimismo, se comprobó que el sujeto la atacó en una oportunidad anterior, en la que la golpeó en diferentes partes del cuerpo para posteriormente impedirle que saliera del departamento a pedir auxilio, apretándole el cuello intentando asfixiarla en medio de insultos. En dicha oportunidad la obligó a bañarse y a acostarse.
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