Crítica de The Boys: una cuarta temporada que comienza en piloto automático

Las primeras tres temporadas destacaron por su notable deconstrucción del género de superhéroes y su sátira sociopolítica, ofreciendo una narrativa que lucía con su crítica. Sin embargo, en los primeros episodios de la nueva temporada, que sigue manteniendo su característico contenido provocador y subtexto político, la serie parece perder algo de su chispa,

Las temporadas anteriores de The Boys han puesto toda la carne a la parrilla para deconstruir al género de los superhéroes, instalándose como una bendición ante la saturación en los tiempos de Marvel Studios.

Es ahí en donde han moldeado su mundo de capas franquiciadas, poderes corporativos que manejan sin problemas a los políticos corruptos y la construcción de una línea de defensa falible que, en más de una ocasión, comete los mismos crímenes superpoderosos que intentan detener. Y todo eso funcionó de gran forma en las tres temporadas anteriores.

En cambio, los primeros tres episodios de la nueva temporada, que debutarán este 13 de junio en el streaming Amazon Prime Video, parecen ponerle freno a todo, bajando los cambios en el desarrollo de la narrativa y modificando las dinámicas de los personajes en pro de una sátira que no siempre funciona.

Obviamente en la nueva temporada está todo lo que los espectadores y fanáticos de esta serie esperan. Hay palabrotas y secuencias groseras por doquier, incluyendo una escena de autosatisfacción que debe estar entre lo más guarro que se ha visto en esta serie. También hay sangre, vísceras y todo el subtexto sociopolítico que caracteriza a esta serie, incluyendo un refuerzo mayor sobre su reflejo desatado de los votantes Trumpistas, las teorías conspirativas y todo lo que acarrera la celebración de la figura de The Homelander (Antony Starr) que llegó al siguiente nivel con los últimos segundos de la tercera temporada.

Es decir, The Boys sigue siendo The Boys, pero hay algo que no cuadra del todo en su nueva narrativa y mucho de ello tiene relación con el rol que asume Billy Butcher (Karl Urban) en la nueva temporada y lo fracturado que se siente el tejemaneje del equipo que se siente cada vez más relegado.

The Boys

Sin entrar en elementos específicos de la historia, aunque en los tres primeros episodios no hay mucho realmente que revelar, la nueva temporada presenta a un Billy Butcher que confronta un presente en el que día a día se le agota el tiempo, ya que está cada vez más enfermo tras abusar de la droga V24 que le otorgó poderes temporales.

Con MM tomando control de The Boys, y teniendo problemas para liderarlos, obviamente se generan una serie de situaciones en donde Butcher se entromete de igual forma, pero ya sin manejar el destino de un equipo que parece completamente descabezado.

Más aún, su rol está marcado por sus intentos para conectar con Ryan, el hijo de su mujer y Homelander, quien tiene sus propios problemas para asumir el rol de sidekick que le quiere imponer el superhéroe más poderoso del mundo. Y eso incluye la creación de un video sobre un falso secuestro que obviamente termina muy, pero muy mal.

En todo ese escenario, lo que involucra a cada uno de The Boys es lo mejor de toda la temporada, debido a las fracturas que afectan a cada uno de los miembros del equipo, pero todo eso queda a la sombra de los refuerzos sobre la corporación Vought y Homelander con la sátira sobre Trump.

Es ahí en donde surgen nuevas superheroínas elegidas para llenar el vacío que quedó tras la falsa muerte de Maeve, pero ninguna se siente como una pieza realmente necesaria para la narrativa. Al mismo tiempo, la campaña presidencial de “Vic” Neuman como vicepresidente se hace de un foco no menor de los conflictos, pero mucha de esa sátira está menos fina que en temporadas anteriores.

The Boys

A la larga, es ese tipo de comparación con lo que previamente fue The Boys lo que precisamente termina jugándole más en contra a esta nueva temporada. La serie sigue teniendo los componentes justos y necesarios para brillar con una personalidad que ninguna otra producción posee, pero sus secuencias grotescas ya no tienen el mismo impacto y eso le juega en contra a su intento de superarse a si misma.

Es decir, aunque apuestan nuevamente por el valor del shock para generar mandíbulas desencajadas, en general se siente un estancamiento, un entrampamiento de su narrativa. Como si en esta nueva temporada avanzasen en piloto automático. Y eso sin duda es lo peor que le podría pasar a The Boys, pues la serie siempre se sintió como algo fresco que siempre tenía espacio para reinventarse.

Solo queda esperar que esta sea una planeada calma ante la ya anunciada tormenta que representará el final de la serie con su quinta y última temporada, pero sería una lástima que la serie termine perdiendo el rumbo.

Los primeros tres episodios de la nueva temporada de The Boys se emitirán el 13 de junio. Luego los siguientes episodios llegarán de forma semanal a Amazon Prime Video.

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