La pintura ideal para resultados exorbitantes

Experto en construcción desglosa todo lo que el maestro debe saber sobre pinturas: tipos, colores, valores y prevención.

Si buscamos remodelar, renovar o darle un toque a nuestro hogar o trabajo, debemos considerar siempre cómo entregar una buena terminación, ya sea exterior o interior. Aquí es donde se hacen sugerencias en cuanto a los materiales que utilizaremos, y, específicamente en este caso, el tipo de pintura que aplicaremos: esmalte, óleo o un látex.

Debemos destacar que no solo queremos entregar una buena terminación, sino que también una correcta protección, ya que la pintura también nos servirá para proteger las distintas superficies de los ataques de agentes del medioambiente. El más conocido de ellos es la humedad, la que al momento de actuar hace que la pintura que se aplica comience a aflorar, permitiendo que posteriormente se descascare. De la misma forma, hay otros agentes que afectan la pintura con el pasar del tiempo, por ejemplo la radiación producto de los rayos ultravioletas, o en zonas costeras la salinidad del aire también produce condiciones desfavorables para el revestimiento.

Como terminación, la pintura nos entrega una ayuda para poder renovar y decorar nuevos ambientes. Se destaca por su fácil acceso, ya que la podemos encontrar en ferreterías y grandes tiendas del rubro y su valor es bastante económico.

Sin embargo, para elegir una buena pintura no solo debemos reparar en lo estético, sino que también sus características técnicas, condiciones ambientales y la temperatura de la superficie, considerando el tipo de material sobre el cual se va a pintar (hormigón, ladrillo, yeso o algún otro tipo), y además ver si la pintura que se va a aplicar será en el interior del recinto o el exterior.

El mercado nos ofrece hoy en día diferentes marcas, colores, acabados y texturas. Sin embargo, la elección siempre va a depender del presupuesto y el gusto.

Lo más utilizado

Los dos tipos de pinturas más usadas en el mercado son el látex y el esmalte, las cuales se subdividen según el tipo de acabado que tenga, por ejemplo: brillante y satinado. Por su parte, el óleo tiene una base de aceite, por lo que su tinte es más pesado y más difícil de trabajar y de limpiar, el cual necesitará la mano de un profesional idóneo para obtener buenos resultados. Este acabado por lo general se elige para lugares públicos debido a su mantenimiento y limpieza.

Para paredes de interiores, lo ideal es el látex hecho en base de agua, que, como ya se mencionó, es un tipo de pintura al agua que corre con facilidad. Se puede esparcir con pinceles, rodillos o brochas. Solo se requiere lijar y limpiar muy bien la superficie a tratar para que la pintura pueda adherirse a la base.

La elección de los colores es muy importante. A modo de sugerencia, el blanco da luz y claridad, por lo que es ideal para pintar una habitación pequeña, al igual que el amarillo. También existen colores fríos y relajantes como el verde y el azul, muy recomendables para decorar dormitorios y lugares de lectura. Por otra parte, la tonalidad de los rojos y naranjas es recomendables para decorar la cocina, además de combinar mejor con las maderas.

Por último, no debemos dejar de lado la prevención. Para ello, tejemos que contar con las condiciones óptimas de protección ocular y pies. Esto es fundamental, sobre todo si se realizarán trabajos en altura en donde se requerirán andamios que deben estar aprobados por un profesional de prevención. En recinto cerrado, debemos contar siempre con una buena y duradera ventilación antes de habitar el lugar que se quiere ocupar.

Consejos para un experto

La obtención de un buen resultado a la hora de pintar una superficie depende fundamentalmente de:

- Selección de la pintura adecuada, debemos verificar qué superficie se quiere cubrir.

- Si queremos pintar una superficie que ya está pintada por algún color muy fuerte, se sugiere que antes de pintar con el color definitivo se dé un aparejo: pintar la superficie de color blanco antes de dar el color final, esta será la manera correcta de poder llegar al tono del color requerido.

- Preparación de la superficie, ver si está limpia y si cumple con el enlucido óptimo para poder trabajar, además poder descascarar toda la superficie y dejar con un lijado óptimo para poder ser pintado.

- Aplicación de la pintura con el elemento ideal. Este puede ser brocha o rodillo con diferentes texturas, y se debe dar la cantidad de manos necesarias para llegar al color que se quiere obtener. No olvidar que antes de volver a dar una segunda o tercera mano, debemos esperar que se seque previamente.

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