Un cobertizo es una cubierta que sobresale de una pared y que permite cubrirse de las lluvias y el sol. Existe una variedad increíble de tipos en cuanto a su construcción, dificultad y tamaño, habiendo desde pequeñas estructuras con techos de hojalata, hasta grandes estructuras de madera.

Una persona puede decidir la construcción de un cobertizo en el jardín de su casa para guardar herramientas, como martillos, destornilladores, serruchos, etcétera, aunque también se puede destinar uno para mejorar la estética del hogar.

Algunos de los cobertizos más construidos son los siguientes:

De madera

Usar materiales de madera para la confección de una cubierta tiene ventajas y desventajas.

Una de las ventajas de tener un cobertizo de madera son la versatilidad que ofrece durante la construcción, ya que se puede pintar de cualquier color que a uno le guste, y así hacerlo coincidir con los diferentes estilos de paisaje o ambientes del hogar, cumpliendo con ello el aspecto estético que lo hace agradable.

En tanto, uno de sus inconvenientes es la necesidad de volver a pintar el cobertizo después de un par de años, ya que existe la posibilidad de que la madera se pudra.

De metal

Elegir el uso de materiales metálicos para el cobertizo también tiene sus ventajas y desventajas.

Una de las principales ventajas de una cubierta de metal es que no hay necesidad de pintarla cada dos años. Además, los cobertizos metálicos son más fáciles de montar y generalmente son menos costosos que la madera.

Un cobertizo de metal también tiene inconvenientes, como la dificultad para pintarlo cuando surja la necesidad, la posible oxidación, el ruido que producen cuando llueve es alto, y no tienden a permitir alteraciones para agregar modificaciones u otras alteraciones en construcción.

No importa qué tipo de material de cobertizo elija usar, hay ventajas y desventajas para ambos.

En todo caso, es importante conocerlos y elegir cuál es el mejor para su solución de almacenamiento.