Febrero surge como un mes ideal para realizar una reparación o una instalación de puertas pensando en las bajas temperaturas del otoño e invierno por venir. Nadie quiere que le entren las heladas, la humedad o la lluvia a su hogar.

Para comenzar a trabajar, hay que entender que hay varios tipos de puertas, como las de interior, acceso, baños y cocinas, además de las de clóset o armario.

Pensando en las bajas temperaturas que vienen, lo más importante es tener en cuenta las puertas de acceso, tanto las principales como las de patio. "Estas no deben ser vulneradas, por tanto se aconseja que se ocupen materiales más resistentes a largo plazo, como acero forrado o madera 'sólida', que quiere decir que no están compuestas de un marco de madera, sino de un alma de madera de distintas especies. En segundo lugar, deben resistir a los cambios climáticos y, por tanto, a la humedad, el sol, la lluvia, etc. Se aconsejan aceros con tratamientos antióxido o maderas consideradas duras, como pino oregón, roble, lenga", informó Suzanne Segeur, arquitecta y académica del Departamento de Planificación y Ordenamiento Territorial de la Universidad Tecnológica Metropolitana (UTEM).

Aberturas de madera

Las puertas de madera son, quizás, las más comunes a lo largo de Chile, y por lo tanto es importante conocer sus fortalezas y debilidades. Segeur explicó que "las puertas de madera están expuestas a agentes biológicos, como termitas, hongos e insectos; a agentes climáticos, como humedad, sol y lluvia, y agentes mecánicos o químicos, como el fuego o ácidos".

Por lo tanto, "en todos los casos existen protectores que permiten dar mayor duración a las maderas y mejorar sus características técnicas. Es necesario una mantención anual para conservar sus propiedades", añadió.

Pórticos de aluminio

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Suzanne Segeur, arquitecta y académica del Departamento de Planificación y Ordenamiento Territorial de la Universidad Tecnológica Metropolitana (UTEM).[/caption]

Este es otro de los materiales que más se ocupa en las puertas en Chile, el que destaca por su gran resistencia. Sin embargo, esto no las excluye de la necesidad de una mantención periódica. "Las puertas de aluminio no son susceptibles a agentes biológicos y tienen mejor resistencia al clima, pero su resistencia al fuego es menor y, por tanto, es necesario una mayor protección en este ámbito. Sus mantenciones pueden ser más dilatadas, pero aun así deben ser consideradas", sostuvo.

Fallas más frecuentes

Otra de las complicaciones que pueden tener las puertas, sea cual sea el material del que están hechas, es el roce en alguno de sus ángulos, que puede deberse a un error en el tipo de bisagras utilizado o la humedad que hace que se hinche.

"En el caso de puertas ya instaladas, muchas veces el movimiento repetitivo suelta las bisagras que las soportan, por tanto es necesario ajustarlas cada cierto tiempo. Y en especial las puertas de madera sufren variaciones de dimensión producto de la humedad. Por lo que es importante dejar pequeños milímetros de holgura entre el marco y la puerta que permitan su expansión y contracción", cerró la docente.

Chapas y manillas

"Existe una gran variedad de materiales y diseños de chapas y manillas, tanto en interior como exterior. En interior se trabaja con manillas de dormitorio y manillas de baños, las primeras permiten cerrarlas solo por su interior y se abren exteriormente con una llave. Las segundas tienen un sistema de seguridad que posibilita abrirlas tanto desde su interior como desde el exterior.

Respecto a las de exterior, lo más importante es considerar su sistema de seguridad, algunos de ellos son sobrepuestos, se colocan por fuera de la puerta y del marco y otros van por el interior de la puerta. Además, es imprescindible que resistan a las condiciones climáticas.

Normalmente existen dos fallas frecuentes: mala instalación, que no permite que la chapa se cierre y abra en forma adecuada, y el uso, que puede solucionarse con lubricantes especiales para su mantención periódica".