La marcha de los estudiantes por la educación pública, según la Intendencia de Santiago convocó cerca de 30 mil personas y tuvo un saldo de 47 policías lesionados y 58 detenidos.

Cuatro funcionarios resultaron quemados, el más grave el sargento segundo Gastón Pastene Ponce, con quemaduras en su torso, piernas y vías respiratorias, por el alcance de una bomba molotov.

El Intendente Metropolitano, Fernando Echeverría, condenó los hechos de violencia. “Es lamentable tener que realizar un balance negativo de una marcha que en su momento tuvo autorización de la Intendencia, con un recorrido sugerido por los propios organizadores y que, en último momento, rechazaron”, dijo el hombrón respecto al trazado original que entregó el gobierno regional, el que no fue cumplido por los organizadores, quienes iniciaron la marcha desde Plaza Italia igual pascual.

“Como Gobierno buscamos el acercamiento, dialogamos, planteamos las razones por  las cuales era inconveniente facilitar la Alameda, ofrecimos alternativas, recibimos por parte de los organizadores sus propios planteamientos y sugerencias de recorridos, cedimos… ¿pero qué hicieron ellos? fueron intransigentes; incluso con lo que ellos mismos nos plantearon como alternativa”, verseó Echeverría.

La vocera de la Confech, Camila Vallejo, respecto a la marcha dijo que "reafirmamos la cohesión de este movimiento social amplio, transversal,  que hoy día tiene clarita la película: queremos avanzar a un sistema nacional de educación pública, democrático, pluralista, de calidad para todos los chilenos".

Rodrigo Rivera, vocero de la Coordinadora  Nacional de Estudiantes Secundarios, parló en la misma línea y dijo que "el movimiento sigue, no se ha debilitado y hasta que no se lleguen a acuerdos, nosotros vamos a seguir con nuestra postura firmemente".