La semana previa a la mocha ante los paltones fue movida pa' los garreros y especialmente pa'l cabecilla, Francisco Muñoz, alias Pancho Malo, quien fue apuntado con el dedo pa' sacarse los loros, como el personaje que "apretó" a Carlitos Muñoz y provocó el divorcio entre el plantel y la barra.

Aunque para limpiar su imagen, el toqui de la Garra Blanca prometió, en una reunión garrera antes de la mocha con los paltones, que no iban a hacerle bullying ni a Carlos Muñoz ni tampoco a la dirigencia alba y para ser francos, los angelitos se portaron como si estuvieran en misa.

Cuando por los parlantes anunciaron la presencia de Carlos Muñoz en la oncena alba, la GB no ovacionó al ex wanderino como el resto de La Ruca pero tampoco lo pifiaron.  Incluso desde lejos se veía a Pancho Malo, calmando las pasiones en la barra e incluso discutió con algunos odiosos que se pusieron a incitar gritos en contra de Muñoz.

Quien más aplaudió el buen comportamiento de la hinchada alba fue el nuevo presi, Carlos Tapia, que se mostró feliz porque los angelitos solo se dedicaron a darle aliento a sus perniles.

"Ojalá se sigan portando así, con mucho respeto y sin actitudes ofensivas a quienes tienen que alentar", desembuchó Tapia, aunque afirmó que no olvidará el prontuario "porque no solo basta con cambiar de actitud, también tiene que arrepentirse y reparar el mal causado".