Un año en libertad alcanzó a estar José Andrés Aguirre Ovalle (56), conocido como el ex cura Tato, quien en la madrugada de ayer, cerca de las 3.50 horas, falleció en el Hospital del Salvador, en Providencia.

El ex religioso, quien cumplió condena por abusos sexuales contra menores, llegó al centro asistencial a las 17 horas del lunes, luego de que su salud se complicara producto de una rara enfermedad, distrofia miotónica muscular, la que le provocó una insuficiencia respiratoria aguda y un paro cardiaco que terminó con su vida.

"No vamos a hablar nada al respecto, lo único que pedimos es respeto en este momento de tanto dolor", fue lo poco y nada que señaló al diario pop la parentela de Aguirre Ovalle a la salida del Hospital del Salvador.

El cuerpo del ex sacerdote fue entregado a su familia pasado el mediodía. Ellos lo llevaron hasta la parroquia Santa María de Las Condes,  en la comuna del mismo nombre, donde fue velado, para posiblemente ser trasladado y sepultado en la Región de Valparaíso.

A la playa

Luego de que el ex cura Tato recuperara la libertad, en noviembre del año pasado (ver nota secundaria), éste se fue a vivir con su padre, José Aguirre Astaburuaga, en el balneario Rocas de Santo Domingo, en la Región de Valparaíso, ya que su enfermedad le impedía moverse con regularidad  y necesitaba asistencia gran parte del día.

Este hecho hizo que varios vecinos se organizaran y quisieran funarlo, pero los reclamos quedaron en nada, ya que las personas querían permanecer en el anonimato y las cámaras de televisión los espantaron.

Últimos días 

En julio de este año, la enfermedad de Tato empeoró, por lo que su padre, quien tiene una avanzada edad, decidió trasladarlo hasta el hogar de ancianos San José, en la comuna de Las Condes, para poder estar más cerca de un hospital especializado en caso de una recaída.

Este asilo posee amplias instalaciones y asistencia las 24 horas del día. En él residen, en su mayoría, ex religiosos de todo el mundo y que ya pasaron a retiro. También hay personas particulares que desean vivir alejadas del ruidoso mundo moderno.

"Don José vivía asistido por una enfermera, había que cambiarle pañales, ya que su enfermedad lo tenía delicado de salud. Además se le trasladaba en una silla de ruedas todo el tiempo", indicó a La Cuarta una trabajadora del lugar que quiso mantener su nombre en secreto para no meterse en cachos.

Pero su salud empeoró la tarde del lunes, por lo que fue llevado hasta el Hospital del Salvador, donde finalmente falleció.

"No sacamos nada con hablar sobre el tema. Él ya no volverá a vivir acá, ya falleció. Además, ninguna 'madre' querrá hablar sobre todo este asunto", fue lo único que dijeron en el hogar San José.