Dos desvergonzados y amantes del dinero fácil, se estaban haciendo la pinocha en Rancagua vendiendo aceite de lobos marinos a costa de esos animalitos que llegan a pesar hasta 300 kilos.

Pero los sabuesos de la PDI están para hacer justicia y por lo mismo se dejaron caer pesado en una farmacia donde los dependientes ofrecían el aceite como si se tratara de aspirinas o enjuagues bucales.

La diligencia fue realizada por oficiales de la Brigada Investigadora de Delitos Contra el Medioambiente (Bidema) de la Sexta Región.

Apenas se confirmó la venta del aceite de lobo marino en la farmacia O'Carrol, los detectives revisaron todo el recinto y encontraron cápuslas con aceite fondeadas entre tarros de wira sacha y cataplasmas.

Debido a que los lobos marinos están protegidos por ley, los policías se llevaron en cana a los dependientes.

Averiguaciones hechas por La Cuarta indican que entre los clientes figuraban viejas arrugadas, pericos cachos de paragua, guatones ensopados en colesterol y socitos asmáticos y enfermos de los huesos.

“De acuerdo con la medicina popular, el aceite de lobo marino posee beneficios para combatir la artritis, el asma, el colesterol y sirve para la piel y la potencia sexual”, dijo uno de los oficiales.

Según la PDI, las cápsulas con aceite era vendidas a luca.

Los detenidos fueron formalizados en el Tribunal de Garantía de Rancagua.