Como de seguro lo hizo Bob Marley, Carlos Chandía está gozando el último concho de su pito. A meses de pegarse el último chiflido en sus 22 años de saqueo profesional, el oriundo de Coihueco es un agradecido de la vida, porque ayer dirigió la primera de tres finalísimas  antes de que le silencien el silbato.

"Estoy muy agradecido por el gesto de la Fifa conmigo. Nadie recuerda que le hayan dado tantos partidos importantes en tan poco tiempo", se quebró el hombre que ama su imitación a Kiko del Chavo del Ocho, aunque solamente él la encuentra buena.

¿FINITO?

Pero de seguro que más que la finalísima de la Recopa Sudamericana, que el 9 de julio enfrentará a la LDU con el Inter de Porto Alegre, y la de la Copa Libertadores, que jugarán el 15 del mismo mes Cruzeiro con Estudiantes, Carlitos recordará la de ayer en Ñuñoa.

Para no perder la costumbre, el sheriff salió del Nacional en medio de la polémica, porque lo acusaron de que se le cayó el diccionario de la Real Academia de la Xuxá.

Los apóstoles radiales consignaron que al fin del primer tiempo, Chandía caminó hacia al túnel y empezó a pedir silencio con sus manos a la barra de la "U", al mismo tiempo que les dedicaba un tierno "cállense retutas de su mami". Al Archivo X pasará el expediente.