Aeropuerto cada vez agarra menos vuelo

La terminal aérea funciona a un tercio de su capacidad. Varias tiendas decidieron cerrar y taxistas se lamentan de la poca pega que tienen.

"Hay muchos colegas que ya no vienen y en nuestro gremio ha desertado ya un 40% de personas. En la parte económica nos ha afectado mucho y no vemos una pronta solución".

Dura y para nada alentadora es la opinión de Alejandro Alfaro, presidente y vocero de los taxistas oficiales del aeropuerto de Santiago, terminal aérea que por estos días trabaja a un 35% de sus capacidades debido a las reglas sanitarias impuestas por el gobierno y naciones extranjeras.

Basta darse una vuelta por el recinto para notar que la concurrencia de pasajeros bajó considerablemente desde que el 18 de marzo se cerró la frontera como plan de acción para enfrentar al Covid-19.

Solo se mantienen abiertas algunas tiendas de recuerdos y de comida para viajeros que dejan el país. El personal que trabaja en esos lugares lo hace con turnos rotativos y día por medio. Obvio, todos con mascarillas, guantes, alcohol gel y lo que sirva para espantar al maldito virus.

"Trabajamos por turnos y a las cinco de la tarde nos vamos para no tener problemas en llegar a nuestros trabajos. Ha bajado mucho el público, pero hasta que no nos digan los contrario no nos queda otra que seguir viniendo", comenta Emilia, trabajadora de una reconocida tienda de recuerdos.

Aeropuerto a media máquina

El despegue de un avión de British Airways echa por tierra todo el protocolo sanitario que se supone debe mantener el aeropuerto. No se respeta el metro de distancia, ni menos la lógica del "distanciamiento social". Casi dos horas de espera para poder hacer el check-in mantiene con los nervios de punta a los funcionarios del aeropuerto, especialmente a los encargados de la limpieza.

"Eso no es nada, a nosotros nos hacen una charla todos los días y estamos todos amontonados. No se cumple mucho el protocolo", cuenta Emilio Gutiérrez, trabajador del recinto.

El sector de "Policía Internacional" funciona con solo cuatro cabinas y no necesitan de más porque la demanda es bajísima, a pesar que el Gobierno aseguró que reforzará el trabajo de la PDI, SAG y Aduana.

Duty Free

Otro de los sectores que funciona a media máquina es el Duty Free. Se estima que el 50% de las marcas decidió suspender las ventas y la espera por los vuelos ya no se puede acortar con comida. Algunas tiendas decidieron bajar la cortina.

"Dado el contexto global y de acuerdo a las medidas que han sido anunciadas recientemente por las autoridades, queremos que la gente se quede más en casa y que compartan más en familia. Es momento de parar y de cuidarnos unos a otros, de priorizar la salud y el bienestar de todos para volver a la normalidad tan pronto como sea posible", comentaron desde Mc'Donalds Chile, una de las empresas que decidió cerrar sus locales en el aeropuerto.

Si bien la medida sanitaria tiene como finalidad cuidar la salud de los pasajeros, los trabajadores del aeropuerto viven por estos días con la incertidumbre de no saber cuándo y en qué condiciones retomarán una normalidad laboral.

"El trabajado ha bajado en 80% y estamos dando una carrera cada 24 horas. En un día normal hacíamos cuatro", comenta Alejandro Alfaro.

Desde el Gobierno aseguran que los vuelos comerciales en el terminal aéreo cayeron considerablemente, aunque los de carga siguen, pero con estrictas medidas de seguridad.

"El 65% de los vuelos ha sido cancelado, el aeropuerto Arturo Merino Benítez está operando a un tercio de su capacidad normal para poder asegurar el retorno de chilenos y residentes, quienes deberán cumplir con cuarentena y pasar por aduana sanitaria", comentó Cristóbal Leturia, subsecretario del MOP.

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