La borrachera de alegría luego de su segunda corona en Brasil le quitó hasta el hipo al “Mago” Valdivia, a quien ya se le pasó el cuco tras el secuestro y avisó que no piensa moverse del Palmeiras.

“Mientras los directores quieran que me quede, me quedo, porque no tengo ningún deseo de dejar este club. Soy feliz aquí. Estoy en casa y un hijo nunca puede salir de su casa”, gritó a los cuatro vientos el titiritero del “Verdao”.

El buen nivel que agarró desde que se dejó el bigotiño -que eliminó pa’ la final de vuelta, pues estaba suspendido- sumado a su intención de irse, despertaron el interés de varios equipos por contar con sus cachañas, pero “Maguiño” ni pesca.

“He sabido de ofertas, pero es difícil que me vaya. El año que viene vamos a jugar la Copa Libertadores”, hace planes el volante.

Ahora habrá que ver si su iñora comparte la idea del “10” de no virarse de la tierra de las caipiriñas, pues ella fue la que quedó más averiada sicológicamente después del secuestrazo.

Cercanos a la “Car’e Cuica” dicen que la Dani Aránguiz todavía tiene pesadillas con el arma con que la apuntó el cumeja brasuca, por lo que volver no la seduce para nada.

La seguridad de la city le apesta y el cruel antecedente, con toqueteo y todo, la tiene reacia al retorno. Ahora se cachará si manda colaless o boxer, pues las aguas están divididas.

Pero más allá de preocuparse por el reto y la discusión que se le va a venir con la bruja, el “Mago” prefiere dedicarse a vacilar el cetro de la Copa de Brasil.

“Esta multitud vibra con nosotros siempre. Se trata de un título impresionante. Cuando Palmeiras se hace presente, lo hace fuerte”, se emocionó brígido.

Y, como pa’ que la Dani lo vaya entendiendo, explicó que se queda por amor, pero a la torcida: “No es sólo por este título tengo una motivación más para seguir. Después del secuestro, recibí el apoyo de la hinchada, de los compañeros y de la directiva. Amo este club, estoy a gusto, y me voy a quedar por todo ese cariño”.

TALLERO: FESTEJÓ INVITANDO DONDE LAS “PRIMAS”

Desde el 2008, y también de la mano de Jorge Valdivia, que el Palmeiras no sabía de festejos en el peloteo brasileño. Esa vez conquistó el Campeonato Paulista, y desde ahí que la sed de triunfos y la otra estaban acumuladas en las gargantas de la torcida verde.

Pero el mesías del bigote regresó a Sao Paulo y lo volvió a transformar en un carnaval, como hace cuatro años. La city entera salió a las calles, desbordando las avenidas y las plazas con los gritos de “¡Palmeiras campeao!”.

El descontrol fue tal, que en la madrugada del festejo quedó la mansaca. Ocho fanáticos del equipo de “Maguiño” fallecieron baleados. Según la policía, fueron hechos aislados, pero sospechan que la banda que se aplicó con los tunazos mortales sería una sola.

Esa fue la parte triste, pues el resto de la jornada fue maravillosa para los torcedores. La fiestoca no paró en toda la noche ni en la jornada siguiente.

Y, como siempre, el que llevó los hilos del web fue nuestro Jorgito, quien contagió con su sonrisa al resto del plantel.

De hecho, de él nació la idea más chistóloga de toda la fiesta: cuando el profe Felipao se disponía a explicar a los ágiles cómo sus regalones se las arreglaron pa’ ser los más cototos, apareció de la nada Valdivia comandando a un ejército tallero.

Champaña en manopla, los astros interrumpieron la rueda de prensa del deté, a quien lo mojaron y lo palanquearon brígido, ante las risas de toda la prensa presente.

En medio del descontrol, el Mago aprovechó el tumulto pa’ ponerle un cachamal maletero a Scolari, quien no tuvo ni que voltearse pa’ cachar quién fue el gracioso.

Claro que el hit del “10” se lo pegó en la calle, cuando agarró el micrófono y largó: “¡Agora, todos a la casa de las primas!”. Buena la talla...

SI PERDÍAN, LO COLGABAN POR HACERSE EL REBAJE

La cábala del renacer del Palmeiras en el último tramo del semestre fue el particular bigotito que se dejó en un día de locura el “Mago” Valdivia.

Cuando apareció con el mostacho, no faltaron quienes lo chaquetearon y hasta lo mandaron a mirarse al espejo pa’ que cachara lo penca que se veía y se lo afeitara. Sin embargo, él se mantuvo firme con su vello facial.

Con el paso de los duelos, las victorias y los buenos resultados llegaron al “Verdao”, y justo coincidían con el bigotón del ídolo jaguar, quien también gozaba, pues nunca más se lesionó desde que adoptó el look a lo charro.

Al final, los hinchas lo asumieron como una cábala y le prohibieron al chascón que se lo volara del hoci.

Por eso, varios torcedores quedaron de una pieza cuando cacharon que el “Mago” llegó a ver la final sin el bigotito. Claro, pues pese a que no estaba en cancha por suspensión, el mostacho igual nomás debió haberse mantenido.

Sin embargo, el Palmeiras ganó y el “Mago” zafó de ganarse el mote de yeta para siempre.