Ni la garra del dedo chico le quedó al Chewbacca chileno, Christian González, de tanto nervio por la inauguración de la muestra de la Guerra de las Galaxias: Star Wars, The Exhibition.

El cahuín, que agarró moto ayer en el pirulo Espacio Kennedy, trae directo desde Gringolandia a naves, trajes, armas y un popurrí de piezas originales de la famosa saga "yo soy tu padre".

Christian, quien además es presidente de la organización Fan Solo, tuvo la oportunidad de ir el martes a echar una miradita a los preparativos de la muestra. "Ese día fui con mi traje y lo que vi me dejó impresionado. Lo que pasa es que estamos tan lejos del mundo que es muy difícil tener la oportunidad de ver estas cosas tan de cerca".

- ¿Cuándo quedaste enganchado con la Guerra de las Galaxias?

- Fue en 1984, cuando tenía como 10 años y vi en el cine Santa Lucía "El Regreso del Jedi" y de ahí quedé enganchado para siempre.

- ¿Amor a primera vista?

- Definitivamente.

- ¿Y qué onda con Chewbacca?

- Luego de que la persona que hacía de Chewbacca se fuera de la agrupación, yo me quedé con el personaje.

- ¿Siempre te gustó el mono peludo?

- A mí me gusta mucho el personaje, porque es noble, transparente y amistoso.

Pero lo mejor de andar con tanto pelo encima es la cercanía que genera con los niños: "Cuando me pongo el traje los niños chicos y la gente en general te quieren tocar. Como el traje es peludito, soy como un peluche gigante", comentó.

- ¿Te ha pasado algún chascarro con él?

- Como es abierto adelante, una vez en el casino de la Telefónica hice el grito y levanté los brazos. La gente me miró, pero no por el grito, sino porque yo lo uso sin nada abajo y al gritar al pobre Chewbacca se le vieron todas las presas.

- Mostraste el Lado Oscuro, jajá.