Las casi cuatro semanas de manifestaciones ciudadanas en Chile han dejado la triste estadística de dos mil personas heridas de diversa consideración, 200 de ellas con traumas oculares por el uso de perdigones de Fuerzas Especiales.

La gran cantidad de urgencias médicas que se han desarrollado en los centros asistenciales obligó al gobierno a decretar una alerta sanitaria en seis regiones del país, con la intención de inyectar recursos en las zonas más afectadas.

"La medida se aplica debido a que se ha configurado una situación de riesgo de salud para la población tales como: el aumento de consultas por traumas, con la consiguiente necesidad de contar con mayores insumos, pabellones y personal. El Presidente de Chile ha pedido una línea de especial reforzamiento para una atención y rehabilitación de estas personas. Ello requiere formalizar con celeridad los esfuerzos a través de esta alerta", comentó el ministro de Salud, Jaime Mañalich.

Las regiones bajo alerta son las de Tarapacá, Antofagasta, Valparaíso, Maule, Metropolitana y Araucanía, además de las provincias de Concepción en la Región del Biobío y de Llanquihue, en Los Lagos.

De acuerdo a datos del Ejecutivo, las consultas por traumas en el último mes se elevan a 10 mil aproximadamente,sobre la media de un año normal. Preocupa también el alza de consultas sobre salud mental y la entrega de medicamentos a pacientes crónicos de diabetes, VIH, hipertensión, esquizofrenia y otras enfermedades Auge.

Con la alerta sanitaria en funcionamiento, los sistemas de Salud de las regiones tendrán facultades extras para enfrentar la gran demanda de atenciones, entre los que cuentan comprar servicios para transporte aéreo y terrestre, contratación extraordinaria de personal, realizar reconversión de camas en los hospitales, coordinación con otros servicios públicos, entre otras atribuciones.

"Este decreto que nos permite usar de una manera más adecuada los recursos, aumentarlos y destinarlos donde haya más necesidad, esperamos dar respuesta a esta situación de riesgo país", sentenció el ministro.

La autoridad agregó que en la Región Metropolitana la medida ayudará a combatir el paro de recolectores de basura que afecta a 42 comunas (Ver recuadro) y que hasta el cierre de esta edición no había visto humo blanco entre la Intendencia y los trabajadores, y que pone en riesgo la salud de las personas.

"Esto puede significar un tremendo impacto para la salud pública y, esta alerta sanitaria por supuesto se hace cargo también de esa situación, en el sentido que el Ministerio de Salud a través de la Seremi puede disponer de recursos y mecanismos extraordinarios para facilitar la extracción de estas basuras de altísimo riesgo para la población", sentenció Mañalich.

Baños y  mejores sueldos entre las demandas

El paro de actividades convocado por los recolectores de residuos domiciliarios se transformó en el nuevo dolor de cabeza para el gobierno de Chile.

Para bajar la movilización, los trabajadores piden una carta firmada por el intendente Metropolitano, Felipe Guevara, donde se comprometa a ajustar sueldos y bonos, reconocer su pega como "trabajo pesado" y recibir atenciones médicas de calidad por lesiones como lumbago, tendinitis y daños en articulaciones. Además, que en algunos lugares de trabajo se instalen baños, duchas y casinos para poder descansar en las horas de colación.

Sin embargo, mientras se realizan las negociaciones, las calles de 42 comunas se han visto repletas de desperdicios domiciliarios lo que preocupa a La Moneda.

"La acumulación de desechos genera una contaminación orgánica de bacterias y hongos, lo que puede generar un foco de insalubridad", comentó Rosa Oyarce, seremi de Salud.