Felipe Osiadacz (27) disfrutaba de sus vacaciones en Asia con una idea fija: al terminar sus días de descanso iría a España a pedirle matrimonio a Gaelle, su polola belga.

Pero su mundo se vino abajo el 4 de agosto del 2017, cuando fue detenido junto a Fernando Candia en Malasia, acusados de la muerte de un ciudadano malasio. Jamás imaginó que su estadía en Kuala Lumpur, lugar al que llegó un día antes de quedar preso, lo llevaría a vivir la peor experiencia de sus vidas.

Fue justamente el apoyo de su polola, que ha estado presente en todas las audiencias, y su familia lo que le permitió soportar los 15 meses que estuvo detenido junto a Fernando en la cárcel de Sungai Buloh.

Por eso no sorprendió que al momento de recobrar la libertad, el joven, que tiene doble nacionalidad chileno-española, fuera acompañado por Gaelle.

El periodista Roberto Cox, que ha informado toda la detención desde Asia, contó que a la salida de la sede de Migraciones fue ella la que lo esperaba, mientras que por el lado de Fernando estaba su madre y hermano. Todos se fueron en completo silencio al abordar un auto oficial del embajador de Chile. Ahora, tendrán que esperar en Malasia debido al recurso presentado por la fiscalía. Una situación judicial que se podría alargar por casi un año antes de presentarse a la Corte de Apelaciones de Malasia.

Los jóvenes fueron condenados a dos años de cárcel efectiva tras declararse culpables de homicidio culposo.

Amor

En una de las tantas audiencias que hubo en el caso, Felipe habló sobre los planes que tenía con Gaelle antes de ser detenido: "No es fácil hablar, desde el fondo de mi corazón pido perdón a las víctimas, nunca planeamos este accidente, nosotros sólo vinimos acá de vacaciones. Yo tenía planes de viajar a España y casarme con esta bella persona".

Su amor partió en Nueva Zelanda, lugar donde se conocieron. Según relató a La Tercera, Felipe contó que "vivimos unos meses juntos, muy intensos (...) De no haber sido por ella, me habría suicidado".

Abogada explicó qué puede pasar con los jóvenes chilenos

Lya Rojas, directora de Rojas Abogados, explicó cuáles serán los pasos a seguir en el caso de los chilenos en Malasia, tras la apelación de la justicia local. Esto debido a que los jóvenes podrían haber quedado en libertad y volver a Chile antes de Navidad, ya que su pena se había reducido por su buena conducta y por ya pasar 15 meses en prisión, pero ahora deberán esperar por lo menos un año más ver qué sucede con ellos.

"El juicio ahora está en una etapa de apelación, por lo que mientras se resuelven los recursos los ciudadanos chilenos deben permanecer en el país como una medida cautelar, pero no privados de libertad. En caso de que se determinara que deben cumplir 3 años, teniendo ya casi dos cumplidos y siendo más de la mitad de la eventual condena, podrían salir en libertad definitiva por buena conducta, aunque este es un beneficio que hay que solicitar cuando ya existe una condena", afirmó.