Impacto causó en la comuna de La Unión, Región de los Ríos, el baño de sangre protagonizado por un empresario que asesinó de un balazo en el cuello a su esposa, tiroteó a un funcionario de Carabineros y después se suicidó de un disparo en la boca.

Los hechos comenzaron a las 9 de la noche del martes, cuando Pablo Francisco Sanhueza Zapata (40) se agarró por motivos sentimentales con su mujer Cristina Loreto Tapia Bobadilla (33). En medio de la mocha el sujeto, dedicado a la fabricación de equipos hidráulicos, abrió fuego con un arma corta y disparó un plomazo que atravesó la garganta de la mujer. Es el femicidio número 19 del año.

AYUDA

El hombre le dijo a su hija mayor, Carol (13), que fuera a la comisaría a pedirle ayuda a un hermano policía de la víctima.

La menor y su hermanito Pablo  (6) salieron de la casa y junto a su vecina Mónica Puchi corrieron a la Tercera Comisaría de La Unión.

Cuando regresaron en un carro policial al barrio San Pablo, el perico los recibió a balazos y tiroteó con un fusil AKA al suboficial Francisco Hugo Contreras Agüero. El sargento segundo, de 48 años, recibió un proyectil en un brazo y un tiro que le perforó el pómulo izquierdo. Se encuentra grave, pero sin peligro de morir, en el Hospital Regional de Valdivia. La patrullera recibió 25 impactos de bala.

Después de matar a su señora y balear al carabinero, Sanhueza se parapetó dentro de la casa de calle Barros Arana y se negó a conversar con los funcionarios del Grupo de Operaciones Policiales Especiales (Gope) de Puerto Montt .

Tras seis horas de fallida negociación, los tombos arrojaron una "granada de intervención", pero el parricida respondió desde el segundo piso: Les disparó  8 tunazos a los polis. Enseguida, Pablo Sanhueza bajó la guardia y se autoeliminó.

ARSENAL

El fiscal de La Unión, Raúl Suárez, dijo a La Cuarta que el móvil del parricidio se está investigando.

"Aquí hay dos hechos que mueven el caso: La agresión a un carabinero, que amerita la presencia de un fiscal militar, y un caso de violencia intrafamiliar cuya investigación quedó a cargo del Ministerio Público", indicó el fiscal.

En el interior de la vivienda la policía encontró el fusil de guerra, un rifle, una pistola, un revólver a nombre de la mujer y abundante munición.

La pareja dejó dos hijos, de 3 y 13 años, que ayer quedaron al cuidado de una abuela.

La ministra de Servicio Nacional de la Mujer, Laura Albornoz, aseguró que prestarán asistencia sicológica a los peques. "Les daremos toda la ayuda posible" juró.

B. Agüero/ C. Godoy