Tuvieron que pasar 6.131 días para que David Pizarro, el porteño multicampeón en Europa, volviera a mojar la piel verde de los loros chorizos. El hijo pródigo de Playa Ancha no destiñó y dejó claro que su calidad se notará en el torneo local.

Y lo hizo sentir desde el primer segundo que volvió a pisar el pasto del “Elías Figueroa”, la última vez fue en su presentación el 24 de julio con toda la pípol caturra en las gradas. Primero con la tremenda ovación que se llevó de las 7 mil almas y luego con sus pases magistrales, que dejaron en el suelo a Unión La Calera.

De hecho, en el primer balón que tuvo en sus patulecas cerca del arco cementero, Pizarro no encontró nada mejor que sacar un globito a tres dedos pa’ habilitar a Jorge Ormeño y provocar que el dolape sacara el centro que Carlos Muñoz convirtió en la veintiúnica pepa porteña.

Ya en el segundo tiempo, Ormeño fue reemplazado por Kevin Valenzuela y a los 77’ le entregó la jineta  de capitán al “Fantasista”, que salió reemplazado en los descuentos sólo pa’ los aplausos.

La nota negra de la jornada cayó a los 82’, cuando el portero Gabriel Castellón sufrió una fractura expuesta en su pulgar derecho por culpa de un pisotón del che Martín Bordonaro.

Pereyra metió las patas

En la cuerda floja víctima de los malos resultados al mando de Unión La Calera, el “Fantasmita” Pereyra le chantó la guinda al pastel del cornetismo, y ayer metió las patas hasta el fondo en Valpo cuando alineó a seis extranjeros en cancha.

Cuando Bornonaro entró por Michael Silva a los 65’ todo se fue a las pailas. Con Michelli, Arrua, Vidal, Bajter, González y el recién ingresado, los caleranos faltaron a la regla, y con 25’ aún por jugar, la mocha quedó 3-0 a favor de los porteños, pese a que a los 68’ el DT intentó arreglar el cagazo sacando a uno de los foráneos.