Era la primera vez que pisaba una cárcel y estaba nerviosa.

Pese a todo, Julita Vial dejó de lado el temor, los prejuicios y terminó amigui del "Piruja", un ladrillo que purga en la Peni una condena de cinco peras y una guinda por robo con intimidación, y que le hizo cambio de luces todo el rato a la peloláis.

"Fue una experiencia fuerte. Soy medio claustrofóbica y con tanta reja que vi aquí, me sentí mal", confesó la conductora de "Intrusos" a La Cuarta, la libertaria.

Vial, Diana Bolocco y Karen Doggenweiler son los rostros oficiales de una campaña solidaria de Gendarmería que busca apuntalar a los reclusos que dedican su tiempo de ocio a la fabricación de peines de madera, que después son comercializados en peluquerías top de la capital.

En eso está "El Piruja", Juan Vargas Garrido (40), quien le prometió a la conductora de La Red salir completamente rehabilitado.

A diferencia de sus colegas de los canales 13 y 7, Bolocco condujo "Cárceles" y Doggenweiler, "Todos a Coro", donde un grupete de ladrillos compite por el primer lugar, Julita nunca había entrado a un penal.

Pero manejaba el lenguaje canero como ninguna y eso la salvó. Si hasta dijo que mañana (hoy), estaría "de mesa", lo que significa estar en boca de todos, debido a su presencia en la ex "Peni", o que si te alejabas mucho te podían colocar "la made in Usa", es decir, meter la filosa. ¡Ándate, cabrito!

"Lo que pasa es que tengo mucha calle. Cuando reporteaba me tomaba una chelita con la gente común y corriente y conversaba con todo el mundo. Pese a no haber hecho programas sobre cárceles ni nada parecido, me manejo, pero igual me sorprendí al entrar acá", agrega la figura.

LADRILLO

Tras el lanzamiento del brillo, "El Piruja" nos contó que le quedan dos años para salir libreta.

"Soy primerizo y estoy en la Calle 5. Me porto bien y por eso me dan permiso para participar en estas actividades", dijo.

Sobre Julita, el perla se fue en puras flores. "Es maravillosa", dijo.

Juanito Vargas agregó que aprendió a confeccionar los peines estando en cana.

"Algo había que hacer para mantener la mente ocupada. Imagínese lo que es estar privado de libertad para alguien que nunca había delinquido", remachó.

Jaime Salas T.

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