Crónica

Audelino Araneda: "No había nada más grato que tomarse un café con Nelson"

En los café "Central" y "Haussman", del centro de Puerto Montt, sigue vivo el recuerdo del piloto Nelson Bahamondes.

"Ahí nos conocimos y nos hicimos amigos. No había nada más grato que conversar un café con él. Fue un hombre sencillo. Era amante de las buenas carnes. Los casi 30 amigos que nos juntábamos en el café lo vamos a echar mucho de menos, especialmente sus tallas y sus dibujos. Fue una persona inquieta, que siempre estaba pensando. Fue directo para decir las cosas y sin pelos en la lengua. Era hincha del Colo y tenía muy buen humor, nunca lo vi enojado. Además de los aviones, sus pasiones eran la masonería, los libros, los tangos, su señora, sus tres hijos y sus cuatro nietos", dijo Audelino Araneda, uno de los mejores amigos del piloto fallecido.

El compadre conoció a "Don Nelson" hace 30 años, cuando pilotaba el avión DC-3 de Lan Chile que trasladaba gente desde Futaleufú a Puerto Montt, Castro y Ancud. Después -señaló- trabajó para la empresa TAC (Transportes Aéreos Coyhaique).

Tal como el piloto quería, sus restos serán cremados y sus compañeros y amigos del Club Aéreo de Puerto Montt lo homenajearán con un sobrevuelo.

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