Algunos frescos amigos de lo ajeno realizan compras por internet y a la hora de pagar le depositan a los vendedores sobres vacíos que introducen en cajeros automáticos. El delito no es nuevo, pero la gente sigue cayendo.

Recién el pasado martes 11 de enero la policía detuvo al marmolero Julio César Luengo Salgado (47) en la Plaza de Armas de Santiago, justo cuando se disponía a recibir una consola de juegos que le entregaría una mujer que publicó el producto en el ciberespacio.

Pese a que el imputado aseguró que a él sólo lo habían mandado a recoger el artículo, la fiscal Alika Sukni lo formalizó por dos estafas, porque de acuerdo a la investigación de la PDI él craneó y concretó el chanchullo.

La técnica que habría empleado Luengo, quien tras ser formalizado se fue para la casa, ha agarrado fuerza en los últimos 5 años.

La pillería consiste en contactar al vendedor que puso algo a la venta por internet y chamullarlo con que el comprador vive en otra región, por lo que le depositará el dinero en su cuenta y enviará a alguien a recoger la compra.

SOBRE

Luego, el delincuente deposita en un cajero automático un sobre que simula contener la cantidad de dinero acordada para el negocio. El paquete puede ir vacío o con papeles que simulan ser billetes.

Los sinvergüenzas generalmente realizan la operación en el horario en que los bancos cierran, para que no puedan darse cuenta de la mula hasta el día siguiente.

Como paso final, los muy barsas apuran a la víctima de la estafa para que les pase rápido la especie adquirida. La chiva de un viaje inesperado de último minuto es la excusa más usada.

Con la presión, el vendedor le pega una mirada rápida a su cuenta y ve la cantidad depositada. Ahí lo clavan.

"Cuando se ponen a la venta especies por internet la recomendación es no entregar jamás el producto hasta que esté seguro que los fondos que figuran en mi cuenta corriente están totalmente liberados.

El subprefecto Cristian Caamaño, jefe de la Brigada de Delitos Económicos de la PDI. recomienda: "Si el comprador me cita a un lugar público, en vez de ir a mi casa, hay que sospechar, y si no me da confianza es mejor no hacer la venta".

Aconsejó, además, no mostrar claves y no pedir ayuda a extraños.

EL "SALDO DISPONIBLE", ES EL QUE VALE

"Cuando las personas hacen un depósito con sobre en un cajero automático, la máquina no es capaz de reconocer cuánto dinero hay dentro del sobre. Ocurre lo mismo con los depósitos de cheques, porque en ese momento el banco no sabe si ese cheque tiene fondos", explicó el gerente de Canales Electrónicos de BancoEstado, Hernán Saavedra.

En ese período, en que el banco no tiene la certeza de la veracidad del monto depositado, en la cuenta la cantidad aparece dentro del "saldo contable", pero eso no significa que el dinero esté "disponible".

En resumen, para hacer negocios, en la cartola hay que mirar el "saldo disponible" y no el "saldo contable", por lo que hay que esperar tras el depósito para que el banco verifique que la plata efectivamente existe.