Luego de las intensas lluvias de la semana pasada llegó  el temido frío. Bajas temperaturas que alertan sobre posibles enfermedades respiratorias, gripes o virus, presentes en todos los ambientes. Es así como aumenta el consumo de medicamentos sin asesoría médica. Los especialistas Rodrigo Poblete, urgenciólogo del Hospital Clínico UC, y Soledad Velásquez, jefa de Farmacia de Clínica UC San Carlos de Apoquindo, advierten sobre los importantes riesgos para la salud que conlleva la automedicación, que van desde el daño hepático por el sobreconsumo de analgésicos hasta la muerte por malas reacciones alérgicas. Para ello recomiendan, a través de un decálogo saludable, el uso discriminado y controlado de fármacos.

- El botiquín de cada hogar debería contar a lo sumo con ibuprofeno, paracetamol, aspirina y gotas antiespasmódicas para el dolor abdominal. La presencia de cualquier otro sin indicación médica no es recomendable.

- Todos los medicamentos, sin excepción, tienen un efecto.

- Hay medicamentos que se venden sólo con receta, el farmacéutico tiene la obligación de advertir de esta circunstancia.

- En caso de malestares, consumir abundante líquido, sobre todo cuando uno tiene fiebre.

- Si por razones de fuerza mayor se debe consumir algún medicamento para resolver un problema puntual desde el botiquín, que sea algo conocido.

- Evitar el diagnóstico propio a partir de la automedicación. Es decir, consumir algo para un dolor y pensar "si se me quita con esto es porque no era nada de importancia".

- El uso irresponsable de antibióticos es peligroso, porque genera cepas resistentes en la población.

- El consumo habitual de ergotamínicos (contra la migraña) puede provocar cefalea de rebote, un agudo dolor de cabeza que sólo desaparece con el consumo de más ergotamínicos. Genera un ciclo sin fin de alivio y dolor, que exige ver al médico.

- Siempre es bueno leer las indicaciones que vienen dentro de las cajas de medicamentos. Por sentido común no deberían mezclarse medicamentos, nunca.

- Frecuentemente los pacientes que no usan sus medicamentos prescritos los guardan mucho tiempo. Aunque se cuente con la receta respectiva, se aconseja fijarse muy bien en no consumir medicamentos vencidos.