Un verdadero campo de batalla parece la avenida José Pedro Alessandri al llegar a Las Encinas, en Ñuñoa. Los eventos dejaron paso a los hoyos y éstos a los cráteres, hasta que la tradicional vía luce como una zona bombardeada. Cómo será, que algunos hasta creen que el sector es una muestra de que las profecías mayas del 2012 ya comenzaron a cumplirse.

Bueno, en realidad el asunto es serio y los vecinos están chatos con los frenazos, bocinazos y los choques que se dan periódicamente en ambos sentidos de la calle por culpa de los mansos forados.

Pero, pese a las quejas de los residentes del sector, la solución todavía no llega y la última manito de gato que se le dio a la avenida duró hasta que llegaron las lluvias. Calcule que el hoyito ubicado en la calzada oriente está para dar la pelea como el cráter más grande de las calles capitalinas, con sus cerca de 4 metros cuadrados, y eso no es ningún honor.

"Hace más de dos meses que está este 'evento', que partió como un hoyo pequeño, pero como nadie lo arregló se fue agrandando. Y más todavía porque al lado hay una planta de revisión técnica y todas las micros que van tienen que pasar por esta calle, haciendo más profundo el forado", se queja don Edgardo, uno de los vecinos que la sufren a diario con el temita.

El hombrón explica que "a pesar que aquí se han producido hasta accidentes, hasta ahora no ha venido nadie de la municipalidad para darnos una solución".

Explica también que "en las noches, después de una lluvia, las frenadas son espectaculares y no faltan los choques por tratar de evitar el hoyito".

SUMA Y SIGUE
Pero el asunto no se detiene allí, porque en calzada poniente el asunto es incluso pero. Claro, ahí el forado en el pavimento no es tan profundo como al frente, pero está ubicado justo ante el paradero de micros, y no han sido pocas las ocasiones en que un peatón ha debido correrse para no ser impactado por un autito cuyo conductor vio a última hora el cráter e intentó esquivarlo.

A pocos metros de la parada vive don Ricardo Rojas, quien ya está curado de espanto con el temita. "Cuando vinieron el año pasado a tapar el hoyo les pedí que usaran un material más resistente, pero no me hicieron caso y al poco tiempo del trabajo ya se había formado otra vez el hoyo. O sea, hicieron el trabajo a la chilena", plantea.

Cuenta también que hace un tiempo, por hacerle el quite al 'evento', un cabro casi se sube con auto y todo a la vereda donde la gente esperaba la micro.

La señora Isabel Riquelme hasta salió de su boliche para contar ha llamado al Serviu y a la municipalidad para que alguien arregle los hoyos, "y nadie hace nada".

Relata que hace poco una vecina resultó con su pierna fracturada al bajar de la micro y pisar en el hoyito.
"Y para qué le cuento cómo es la cosa en la noche, porque los autos frenan cuando lo tienen encima o son muchos los que se han pegado un tremendo salto porque no lo pueden esquivar", puntualiza.