Con la cabeza gacha y los ojos flameantes de furia, el tatita Carlos Bascuñán, de 70 cálidos inviernos, denunció a La Cuarta el robo de un verdadero tesoro: su milenaria colección de Bombas 4.

De acuerdo a las primeras indagaciones policiales, el delito desnudó los problemas de seguridad en el taller peñalolino, y el modus operandi apunta a un nuevo golpe de la banda de "Los Palma Callosa", especialistas en robos de obras de arte renacentistas con doncellas ligeras de ropa.

Tras el ataque, la empelotada víctima de la delincuencia quedó con una profunda depresión, ya que cuidaba a las niñas como si estuvieran enchapadas en oro.

El teclito, de profesión mecánico, y conocido en su barrio como el "Tata Guatón", contó que coleccionaba desde hace más de 10 años a las apetecibles chiquillas en cutis que circulan cada viernes con el diario pop.

"Tenía así un lote (hace gesto con las manos), yo creo que eran más de mil, si yo compro el diario todos los días y con mayor razón los viernes", dijo.

Don Carlos tenía un lugarcito especial en su taller para las chicuelas: una tele del año del ñafle y sin pantalla, que le servía para enmarcar a la niña del día.

Las otras bellezas estaban guardaditas en un camión viejo, para que los rayos UV no les quemaran la piel y no se ensuciaran con el polvo (del taller).

"Todos los días ponía una imagen distinta, para alegrarme la pega... a eso yo le llamaba 'cambiar la tele', pero desde que me robaron la colección, ya no tengo cómo hacerlo", agregó compungido.

De acuerdo al testimonio de su nieta Consuelo, el "Tata Guatón" se dio cuenta del ilícito cuando fue a poner a la chicoca de turno en el marco. Allí cachó que su amada colección se había hecho humo.

- ¿Sospecha de alguien?

- Al principio pensé que era culpa de mis nietas, pero ellas me juraron que no tenían nada que ver y les creo.

- ¿Y quién pudo ser?

- No sé, imaginé que alguien pudo haber entrado por la casa del vecino hasta mi taller, pero ya me la han hecho dos veces... ¡Si parece chacota!

- ¿Dos veces le han pelado la colección?

- Sí, poh. Cuando me robaron la primera, empecé altiro a juntar Bombas 4 de nuevo y cuando ya llevaba unas 4 o 5, se me desaparecieron de nuevo.

- ¡Qué raro!

- Creo que debe ser algún tipo medio afligido, porque no entiendo ese ensañamiento conmigo.

- ¿Y no hizo la denuncia?

- Si de nuevo se meten a mi taller, no voy a aguantar más y capacito que ponga la denuncia. No tienen ningún respeto por mí, que me doy el trabajo de coleccionar y mantener sanitas a las Bombas 4.