Barcelona y el fútbol de Riera

El empate de ayer entre Barcelona y Sevilla en casa del segundo demostró que, a falta de idéntica jerarquía del contrario, el temperamento permite igualar el trámite de un partido. Bastó que el Sevilla lograra friccionar las jugadas (gran aporte del uruguayo Martín Cáceres y del chileno Gary Medel) para que el Barcelona no repitiera el 72 por ciento de posesión de la pelota del primer tiempo.
Los brillantes números del Barcelona que lidera Pep Guardiola lo hacen resistir la comparación con los legendarios Real Madrid de Alfredo di Stéfano y el Santos de Pelé, equipos que coincidieron en su uniforme blanco y en contar en su momento con el mejor jugador del mundo, tal como ahora el Barça con Lionel Messi. El zurdo rosarino nos parece que ya superó a nivel de clubes al otro zurdo, Diego Maradona, y lo aventaja en los goles. Su deuda radica en las Copas del Mundo, donde ya ha participado en dos (Alemania 2006 y Sudáfrica 2010) sin hacer historia.
El enorme dominio que establece Barcelona, a partir de la inspiración de Messi y esos dos notables autores de pases-gol que son Andrés Iniesta y Xavi Hernández, obliga a los oponentes a correr detrás del balón y a festejar cuando cruzan la mitad de la cancha... A los jóvenes hinchas que siguen el fútbol a través de la televisión les llama la atención la doctrina del Barcelona de hacer toques propios de baby fútbol por el centro del ataque. En tiempos en que abundan los entrenadores que instauraron los "carrileros" y sobrevaloran el uso de las orillas, no está demás recordar las paredes de los brasileños Pelé y Coutinho en el Santos (década del 60) ni las de los peruanos Teófilo Cubillas y Hugo Sotil (década del 70).
A quienes escriben en las redes sociales, les resultará una herejía leer que el "moderno" fútbol del Barcelona es semejante al que pregonó Fernando Riera en Universidad Católica hace 44 años… Eso de tocar y tocar la pelota, "mientras la tengamos nosotros no la tendrá el rival", salir por un lado y si se no progresa, devolverse e intentar por el otro pacientemente, hasta que se produzca el espacio o la sorpresa. En la UC campeona 1966, el juego pasaba por los pies de Néstor Isella, a su derecha, Ignacio Prieto corría de área a área; en el centro tiraban paredes Armando Tobar y Julio Gallardo; en la izquierda, Alberto Fouillioux imponía su velocidad larga y en la otra punta, Rómulo Betta sus enganches…
Dos apuntes: uno, el Barcelona es una verdadera selección por la calidad de la mayoría de sus jugadores; dos, ¡qué acierto el de quien bautizó Pitbull a Medel! Amén de su bravura, el zaguero formado en la UC ayer evitó dos goles de Messi salvando con el pie izquierdo en la raya…
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