La "barra brava" de Santiago 1, comandada por el "Chapulín" David Rebolledo Aravena, definitivamente se robó la película entre los millones de hinchas nacionales que ayer alentaron a la Roja.

Los 300 hinchas caneros disfrutaron el pleito en una cotota pantalla gigante de 10 x 10 metros instalada en dicha unidad penal. Estuvieron acompañados por el dire de Gendarmería, Luis Masferrer, y el ministro de Justicia, Felipe Bulnes.

Para amenizar el ambiente, un imputado le echó la talla al secre de Estado: "No le vamos a robar", le dijo. De chiripa cantaban "¡otra oportunidad...!".

En medio de la brega futbolera algunos ladrillos le gritaban al Mati Fernández que la tocara para el lado, al tiempo que todos silbaron cuando en la pantalla apareció una linda "catracha" hondureña. También destacó un pelo adosado al proyector, aunque eso le importó un bledo a los internos que veían extasiados el triunfazo chileno en Sudáfrica.

El "Chapulín" Rebolledo, quien confeccionó su traje con calzoncillos largos y cortos, dos poleras y zapatillas, señaló que "esta es la verdadera barra brava para que vean que en las cárceles también hay personas y nos comportamos como tales".

El ministro Bulnes dijo que los internos mostraron "pasión como todos los que seguimos a la Roja", mientras que Masferrer indicó que fue parecido a estar en una cancha de fútbol.