La improvisación y falta de planificación en la ruta de escape le jugaron una mala pasada a un piño de asaltantes de bancos que fue capturado en tiempo récor por Carabineros.

Tras perpetrar el atraco con la velocidad del rayo, los muy giles se echaron el pollo como una centella, pero a los pocos kilómetros un taco vehicular redujo su huida a la velocidad de un Transtortuga.

Como los bocinazos e improperios desde el toco malhechor no inmutaron al resto de los automovilistas varados en el embotellamiento, parte de la banda intentó virarse al trote, pero a los pocos metros los motoristas verdes les echaron el guante.

De los cinco rateros que dieron el golpe en el Banco Paris del centro de Maipú dos fueron laceados dentro del Nissan V16 en el que escapaban, mientras que los otros tres cayeron en las inmediaciones de la intersección de calle Esquina Blanca con Camino a Melipilla, en la comuna de Cerrillos.

En el sector se realizan obras de reparación del tendido eléctrico y labores de ensanchamiento de las pistas de circulación, por lo que el tráfico mañanero es como las reverendas.

Pese al veloz operativo policial y a la inmediata captura de los hampones, hay cerca de dos millones de pesos perdidos, ya que del botín de dos guatas y media que manotearon los antisociales sólo se recuperaron 500 lucas.

CORTITA

Según la yuta, Iván Avello Flores (36), Claudio Bascuñán González (20), Yeral Gómez Barrera (20) y dos menores de 17 pepinos ingresaron cerca de las 10.20 horas de ayer a la sucursal del Banco Paris de Esquina Blanca 093, en Maipú.

Los ladrones irrumpieron en el local fuertemente armados con una carabina Mauser recortada, una pistola semiautomática y un revólver a fogueo modificado que ahora dispara balas calibre 22.

"¡Esto es un asalto, cierren los ojos y no nos miren!", gritaron los cumejas al entrar al banco. En ese momento la sucursal atendía a seis clientes que quedaron cabizbajos, helados y muertos de susto.

La peor parte se la llevó el guardia del lugar, un tata que no estaba armado y realizaba un reemplazo: Recibió varios aletazos que los flaites le pegaron de puro malos.

La banda tenía fríamente calculado el choreo al banco y no demoró más de un minuto y medio en chorearse los billetones.

"¡Quedan 30 segundos, apúrate!", gritaba uno de los pericos mientras vaciaba una de las cajas previamente estudiadas.

Pedro Robledo A.