"Fue un golpe bajo a sus compañeros, una verdadera traición a sus principios de bomberos", así describió el abogado Ricardo Robles, representante de la 1ª Compañía de Quillón, en la Región del Bio Bío, el ambiente que se vive desde hace un tiempo en la compañía.

Todo comenzó en marzo del año pasado cuando el secre ejecutivo de la institución, Miguel Vallejos Roldán, ordenó la compra de dos generadores eléctricos y una gritona baliza para uno de los carros, por un monto total de 15 palitroques.

"Vallejos cobró a su nombre los cheques aprobados por la Junta Nacional de Bomberos, para que así pudiese hacer la compra", señaló a La Cuarta el abogado Robles.

"Uno de los generadores falló al poco tiempo, por lo que se fue a la tienda donde supuestamente se compró el producto y al hacer valer la garantía, el documento no correspondía a la empresa", agregó Robles, quien presentó la querella por falsificación de instrumento privado mercantil contra Vallejos.

Fueron 14 palos los que se gastaron en los generadores y más de 1 millón en la baliza, bastante lejano de la realidad, ya que luego de la investigación se supo que el acusado gastó menos de 6 millones en los artículos.

ARRAIGO NACIONAL

"Hay 9 millones que no ocupó y aún no aparecen. Vallejos fue expulsado de la institución por el Comité de Ética en mayo del año pasado", contó Rojas.

El Tribunal de Garantía de Bulnes decretó el arraigo nacional de Vallejos durante los 4 meses que dure la investigación tras su formalización.