Un niño de 11 años fue torturado y encadenado a un barril por su propia familia. El menor estaba desnudo y en estado de desnutrición.

El hecho ocurrió el pasado sábado 3 de enero, cuando la Policía Militar encontró al niño encadenado de pies y manos, atrapado dentro de un barril de pintura y en pésimas condiciones de salud.

El padre, la madrastra y la hermana mayor del niño fueron detenidos y son los principales sospechosos del delito.

Al menor lo llevaron al Hospital Municipal de Ouro Verde, en Campinas, en el interior del estado de San Pablo, para su recuperación y buscarle otro hogar.

Entidades del país ya había realizado visitas en donde vivía la víctima, pero solo habían confirmado incidentes como peleas, nada de maltrato o tortura.

Según la policía, el menor de edad llevaba 5 días sin comer, quedando deshidratado y desnutrido, pesando 25 kilos y apenas se podía mover en el lugar donde lo tenían encadenado. Además, el niño declaró que cuando tenía hambre, se comía su propia feca.