En la primera etapa de verdura del Dakar 2011, Chaleco López remató en el séptimo lugar, a tres minutoides del líder, el portugués Ruben Faria. Si quedó con gusto a poco, le recordamos que esto recién comienza.

Y es que la performance de nuestro crack pudo ser aún más cachilupi. Promediando el azote entre las ciudades che de Victoria y Córdoba (192 kilómetros), "Chaleco" estaba cómodamente atornillado en la tercera plaza, manteniendo el sitial en que había largado.

Pero lamentablemente, a la moto número "3" de esta competencia se le apareció marzo justo en la puerta del horno, perdiendo terreno en los últimos 30 kilómetros. Al final, el piloto jaguar cedió cuatro posiciones y llegó séptimo a las tierras del fernet y de Andrea Dellacasa, con un tiempo de 2 horitas, un minutico y 16 segundillos.

El tarro con más duraznos de la primera etapa, al cierre de esta edición, sería el ignoto portugués Ruben Faria. Aunque, según la web oficial del Dakar, Faria, que había hecho polvo los cronómetros y a sus rivales en primera instancia, habría sido penalizado con un minuto y relegado por el galo Cyril Despres. De todos modos, el capo de la carrera apenas anduvo unos tres minutos más rápido que López.

¿Dio para cornetazo lo de "Chaleco"? Para nada. Nuestro crédito, con toda su experiencia acumulada en estos trotes, avisó que "el rally recién comienza y hay que tomárselo con calma. En algunas partes estaba el piso bastante resbaladizo, la moto se iba, y después el tramo se puso trabado, así que no arriesgué nada".

"El año pasado fue muy similar. Esa vez llegué quinto en la primera etapa y cuando llegué a Chile repunté. No pasé ningún susto y en el desierto van a haber sorpresas. Ahí una diferencia de dos minutos no va a ser nada. Esta carrera es de 14 días y hay que ser constantes", calmó las pasiones.

Para terminar, el senséi de las dos ruedas aprovechó de darle un fuerte palo a la organización. "Después de la largada en el Obelisco, hicimos 377 kms. de enlace (hasta Victoria) y nos levantamos a las 3 de la mañana para hacer 440 más hasta la partida. Es demasiado, afecta el rendimiento", reclamó, colocándola a la altura de la medallita.

Afortunadamente, para "Chaleco" y todos los picados con este inicio de carrera, sobran las oportunidades para sacarse los balazos. Hoy, por ejemplo, se corre la tercera etapa del martirio del polvo, que cubrirá 740 kilómetros (300 de ellos cronometrados) entre Córdoba y Tucumán. Etapa que sirve como apronte para lo que viene, porque lo mejor ésta se vivirá cuando la caravana de cascos llegue a Chilito, papá.

No vamos a descubrir la pólvora si decimos que la "malacue" de Eliseo Salazar es tan grande como su leyenda.

Una nueva marca en su larga bitácora de infortunios se escribió en Buenos Aires, apenas terminó el ágape de Año Nuevo ofrecido a la comitiva del Dakar.  La comilona le pasó la cuenta al experimentado volante y otras tres personas de su comitiva, quienes pasaron la noche yendo y viniendo al baño a consecuencia de una maldita intoxicación.

Afortunadamente, Salazar hizo -literalmente- de tripas corazón y se integró a la carrera. Compitió normalmente y finalizó como el mejor de los nuestros (29°) en la categoría tocomochos. ¡Y llegó con sol!