Se nos viene el Día de los Enamorados, nenes, y qué más fácil que mirar pa'l lao, al compañero de oficina, para sacarse los balazos. Es más fácil y bonito, dicen. ¡Ooooigaaaa!

El mal del náufrago a la larga nos llega a todas. Cuando se está solita en una isla con cinco federicos hasta se los termina encontrando guapos. La necesidad tiene cara de hereje, dicen.

Verse todos los días, almorzar en los chinos y pelar al jefe es tan habitual, que es casi inevitable sucumbir a los encantos de ese compañerillo de pega... por lo que nos han contado.

Qué mejor ejemplo que el fresco de la raya de Ricardo Canitrot (Fernando Alarcón) del Jappening con Ja, que trató de corromper sin éxito a la pánfila de la Gertrudis. "Siempre tuve una frustación con la cartulina de la Gertru. Quería que despertara a las emociones de la vida, pero no me pescó", confesó el beodo a La Cuarta, la casta y pura.

"Intenté por todos los medios rayarle la pintura, pero no me aguantó el salto", añadió el papel secante.

AL HUESO

Para ponerse en onda, el portal www.trabajando.com realizó una encuesta a tres mil chilenitos a los que preguntó si ha ocupado el templo del trabajo para tirar las manos.

La cosa es más o menos así: El 40% de los sondeados declaró que sí ha mantenido un romance.

El 26 % ha pololeado pa' calleuque, un 7% no esconde su relación y prefiere la naturalidad, onda que no le importa que los pelen en el casino cuando incursionan por debajo de la mesa, como canta el chupetito de fierro.

Un 60% señala que se dedica al puro laburo, un 33% que jamás confundiría la ofi con un hotel parejero y un 27% dice que le daría lo mismo darse de murallazos.

"Lo importante es tener claro que los amoríos en el trabajo no deben afectar al rendimiento y la producción de los trabajadores", versea Juan Pablo Swett, dire de trabajando.com.

Aunque para otros, como la casquivana señorita Coté (Marilú Cuevas) del Jappening, el tema es más simple. "Yo coqueteo, nomás. Ni muy adentro que te quemes ni muy afuera que te enfríes", remachó.

Mejor tomárselo con andina, como el pelao magnífico de Don Pío (Andrés Rillón), quien asegura que "el amor en la oficina hace más entretenida la vida". Será, poh.

Margarita Otárola M.