En 200 años de historia, el tradicional barrio de La Chimba, al costado norte del río Mapocho, ha sido un bastión de la tradición chilena y el Mercado Central y la Vega guardan gran parte de la esencia criolla.

Es por eso que ayer se realizó una carrera de carretoneros, en la cual una veintena de fortachones tuvo que recorrer 1.800 metros por las calles de Recoleta tirando el vehículo cargado con 500 kilos.

Chicoteando los dedos como en el hipódromo y en medio de gritos y garabatos para darles ánimo a sus favoritos, hubo uno que surgió como el más bacán de todos: Ángel Lorca, más conocido como el Carepato.

Cuando sus amigos del restorán "Chica Patty" vieron su esmirriada humanidad cruzando la meta en primer lugar, saltaron de alegría y al preguntarle cómo se sentía, el hombre espetó: "¡Quiero una pilsen!". Todo un crack.

Tirado en el suelo por el dolor e intentando estirar los músculos de sus fibrosas piernas, que a esa hora pedían auxilio, el "Care' Pato" aún no se convencía de la hazaña que se había mandado.

"Este triunfo se lo dedico a mi mami, a mi hijo y todos los de La Vega, incluso se lo dedico a los mineros", dijo una vez de pie, pero todavía ahogado.

El oriundo de la Pintana, que hace 17 años se levanta a las 5 de la mañana para cargar su carretón, se ganó dos pasajes a Viña del Mar en el hotel O'Higgins.

"Invita a la periodista de La Cuarta pa' que se vaya contigo a la playa poh", le recomendaron sus compañeros, pero preferimos que el "Carepato" se fuera con su pequeño hijo.