"Que no caiga, que no toque el agua". ¿Cómo dice que dijo? Lo que lee. Es que ayer en el buque "Almirante Montt" se jugó a la pelota ¡en altamar!

La experiencia, inédita en nuestras aguas, se realizó con la idea clarita de apoyar la postulación de Chilito como candidato a ser la sede de la Homeless World Cup 2014, la que justamente se oficializó en medio del evento.

En la cita, de entrada se jugó la final de la Copa Chile de Fútbol Calle, entre Talagante y La Pintana, y de plato de fondo los cabros de la selección de la especialidad, que se preparan para ponerle wendy en el Mundial México 2012, se vieron las caras con algunas estrellas del fútbol criollo, evento histórico, donde a más de uno casi le entró agua al bote.

"Con este evento quisimos remecer el mercado", declaró José Manuel Jarpa, gerente comercial de los cabros de Acción Total, productora encargada de realizar el proyecto, quien además soltó que la idea se la copiaron a Obama, pues el año pasado el presi de Gringolandia se rajó con un partido de básquetbol arriba de un portaaviones. ¡Mish!

Entrando al área chica, los cabros de Talagante quedaron más contentos que el Mago Valdivia en un bautizo y con freepass, al llevarse la Copa Chile pa' la choza y asegurar su participación en el partido de fondo contra los cracks criollos.

Como las paredes que bordeaban la improvisada cancholia eran más bajas que la reja de los enanitos de Blancanieves, el gran dramón fue que cada pencazo desviado transformaba a los balones en boyas. ¡Se pitearon como 30!

Claro que esa no fue la única dificultad. "Hay que superar el tema del vértigo, que tampoco es tanto, pero jugando uno ve que las cosas se mueven", soltó el Polaco Goldberg, mientras que Nelson Tapia se agrandó. "El vértigo casi no lo sentí, no me afectó para nada", declaró el ex candado de Vélez.