César Armazán, un "gigante" que lucha contra el dolor

César Armazán Soto nació hace 42 años, cuando el Morquio en Chile era una patología desconocida, incluso para los médicos.

Él debió crecer con las limitaciones de su síndrome que daña órganos y tejidos, provoca baja estatura, problemas óseos, compresión de la médula espinal, deformidad en huesos y articulaciones y luxación de cadera, además de dificultades para caminar, a la vista y de audición.

Ante su condición, que según un médico le costaría la vida antes de los 15 años, César no se echó a morir.

"Terminé el colegio, saqué el título técnico en computación y me especialicé en armado y mantención de computadores. Estuve en eso cuatro años y me fue tan bien que el puesto me quedó chico paradójicamente (bromeó), y mi patrón me puso como asistente de contabilidad", contó uno de los 32 chilenos con morquio.

Por su nuevo trabajo debía ir seguido a un Banco de Santiago, ubicado al lado de Mega, en Vicuña Mackenna, y fue ahí cuando, en 1996, el libretista Jorge Pérez se topó con el entonces joven de 21 años, y lo invitó a participar en el programa "Videos y Penitencias".

"Había buenas lucas, fue mi primer romance con la TV. Después en 1999 me llamaron del programa infantil Zoolo TV para ser el corpóreo Chancho Mortadela. En ese lapso mi jefe de la empresa murió y quedé sin ese trabajo, así que me la jugué por la televisión".

De ahí en más, "estuve seis años escondido en un disfraz y al personaje todos lo querían. Me hicieron un contrato, pero yo no me sentía conforme, no quería estar escondido toda la vida en un disfraz, pero después me encandilaron las luces y los aplausos de la gente. Era el único mono al que le pedían autógrafos".

El hombre de un metro de estatura entonces compartía el programa con el Kiwi, el animador de dos metros, y recordó cuando "una vez con él nos pusimos a grabar y éramos los dos los superhéroes. Tuvimos que pelear y había que apretarle un botón en la cintura. Como no veía, le apreté su miembro, gritó mucho y quedó la embarrada".

Después su carrera actoral lo llevó al "Jappening con Ja", a "Animal Nocturno", a tres teleseries de "Mekano", y participó de una segunda etapa de "Zoolo TV", con Catalina Palacios. También fue panelista del programa "Buenas Noches Chile", de Vía X, y participó varias veces en "Morandé con Compañía".

Ganador

César construyó su carrera televisiva a pesar del sufrimiento constante.

"El dolor que siento es permanente y muy fuerte, a veces en la noche no puedo dormir por el dolor. No recuerdo un día de mi vida en el que no haya despertado con dolor. Vivo con dolor en las articulaciones, las manos y la cadera. Me cuesta un mundo caminar más de dos cuadras, me cuesta andar en Transantiago, me cuesta andar en metro, bajar escaleras. No puedo tomar Metro a la hora punta, porque me aplastan".

Aún así, César salió adelante y su ejemplo de superación lo llevó el mes pasado a dar su primera charla en un club de ancianos, donde contó su historia, una compleja bitácora de cómo enfrentó la discriminación a cada instante.

"Por ser conocido la gente no me mira como antes, cuando me discriminaban, me miraban, me cerraban las puertas. Cuando trabajaba en la empresa y tenía que ir a hacer trámites al centro, mucha gente me escupía la cara por ser como soy, por desprecio".

-¿En qué estás ahora?

Ahora estoy sin pega, pero sigo con mis computadores, tengo clientes fieles que me los mandan (a arreglar) y estoy abocado en un proyecto nuevo, tengo ganas de hacer stand up comedy. Estoy trabajando con mi amigo Mauricio Medina, El Indio, y Jorge Pérez. También quiero hacer más charlas motivacionales, porque mi vida es como un libro de cuentos; pasé por discriminación laboral, la TV me dio mucho, yo también le di harto, pero igual siento que mis colegas me han dejado un poco botado.

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