La información publicada en internet sobre el chanchullo y las sospechas que le hicieron parar las antenas al administrador de una disco del barrio Bellavista al que trataron de engrupir, echaron al agua a dos africanos acusados de estafa por la Fiscalía Oriente.

Los cameruneses Martin Ligen Yaumbi (25), quien juró que era DJ, y Gustare Ensmanuel Noposa Pufong (34), que alegó ser un basquetbolista lesionado, quedaron en prisión preventiva mientras el Ministerio Público investiga el oscuro caso, en el que se les carga tratar de engañar a los incautos con la chiva de "los dólares negros".

Según explicó el fiscal Rodrigo Celis, los morenos buscaban locales donde pudieran pagar con dólares y se hacían pasar por franceses.

Cuando agarraban un poco de confianza, les contaban a los comerciantes, como la gran gracia, que en sus manos tenían "el negocio del siglo".

Si las eventuales víctimas enganchaban, los africanos soltaban un verso sorprendente: Portaban dólares gringos codificados, completamente negros, billetes que la Organización de Naciones Unidas enviaba piola a los países pobres.

En el chamullo, los cameruneses aseguraban que estos papeles mágicos tenían la capacidad de replicar un dólar auténtico, onda papel calco, lo que se lograba al poner un billete de verdad entre dos de sus láminas milagrosas, como un sánguche de dinero.

Para completar el proceso, el emparedado era sumergido en un misterioso químico y... ¡cataplum! Aparecían tres billetes legales.

DUDA

Como todo sonaba demasiado bueno, pero ilegal, el proyecto de víctima quedó cachudo e investigó en internet. Todo le cuadró cuando se enteró que la misma trampa ya era famosa en Europa, donde se conoce como el "timo del negativo".

Desengañado, el administrador del local avisó a Carabineros el 19 de noviembre pasado. Los uniformados, en coordinación con la fiscalía, le pidieron que les siguiera el juego a los frescos, para poder pillarlos chanchitos.

El lunes 23 de noviembre el administrador se reunió en el local santiaguino con los cameruneses, quienes le hicieron  una demostración en vivo y en directo de cómo los papeles negros se transformaban en billetes de 100 dólares.

Tras la prueba, la potencial víctima les entregó un cheque por 75 millones de pesos. Cuando los acusados se sobaban las manos, personal de la SIP de la 19ª Comisaría de Providencia ingresó a la disco y detuvo a los supuestos estafadores.

Tras su captura, a los africanos se les olvidó el idioma español y como su abogado defensor, Rodrigo Oyarzún, no les cachaba ni jota, tuvo que solicitar la presencia de un intérprete que les tradujera lo que se decía en la audiencia en la que fueron formalizados por estafa frustrada.

Por Pedro Pablo Robledo