"Dick, El Demasiado", humilde pero exagerado, es un holandés cuarentón que ha recorrido el mundo tocando cumbias lunáticas, experimentales y "mentiras bailables", como él las denomina. El músico y artista plástico tocó el miércoles pasado en La Reina junto a una cachada de colegas nacionales y nos dejó la novedad del año: El Festicumex, un vacilón cumbianchero alternativo.

Gracias a una invitación de su cumpa Aldo "Macha" Asenjo, guaripola de la banda Chico Trujillo, el holandés organizó en Chilito el primer encuentro de cumbia experimental de toda nuestra historia republicana.

Varios adictos al meneo del cucu y las caderas acudieron al llamado de la selva en el Centro Cultural Michoacán, en La Reina. El lugar, que fue la casa del poeta Pablo Neruda y "La Hormiguita" Delia del Carril, sirvió para que los fanáticos de la jarana cacharan a distintos músicos de la Nueva Cumbia Chilena, agrupados improvisadamente para construir temones nuevos.

"Esta puesta en escena la he armado en España, Holanda, Argentina, Colombia y Honduras. Pero el Festicumex lo hago a goteras, para evitar que se cree un ritmo establecido o una moda", señaló "Dick".

Precisó que los músicos chilenos sólo ensayaron tres días para armar la puesta en escena, que resultó más rara que pescado con hombros.

"La idea es juntar veteranos de la música con algunos novatos y provocar desequilibrios. Cuando están huérfanos de sus bandas, intentan otras cosas y eliminan el ego", reflexionó.

NACIÓN ORILLA

Con un esqueleto estampado en la polera, el músico tulipán subió al escenario y, con un bombo, timbales y maracas, mezcló la cumbia con ritmos electrónicos en un computador. Denominó Cataratas Secas a su banda ficticia. "Me gusta generar y mantener la curiosidad", sostuvo.

- ¿Qué tal Chilito, socio?

- Es largo y estrecho. Es como una larga longaniza cultural. Es bizarro. Me imagino una gran tribuna mirando al mar, pero éste no es amable. Es una nación orilla.

- ¿Y a los chilenos qué nos queda?

- Es el país que más necesita el trago como trampolín para lanzarse y gozar. En Argentina nunca estuve borracho y acá en cuatro sesiones musicales ya llevo cuatro borracheras.

- ¿Qué le gustó más?

- Me gusta el lenguaje. Siempre hay repetición del cachái y el huevón. Las mujeres, entre ellas, hablan lindo. Parecen pajaritos. Me gusta que las calles lleven más nombres de indios que de generales.

 - ¿Por qué le gusta tanto la cumbia?

- La cumbia es como el Prozac, un antidepresivo natural de cada país que la cultiva. En Europa se mezcla con electrónica como hace seis años. Yo de chico viví en Argentina y la escuchaba mi mucama, y por eso me gustaba. Es un ritmo fácil y poco pretencioso. Ahí me inspiré para escribir el libro: "Lenta, pero incesante degradación de las cumbias lunáticas".

UNIVERSITARIOS SE CULEBREAN HASTA EL CALAMBRE

Cuenta el mito urbano que hace unos 20 años el músico brasileño-chileno Joe Vasconcellos intentó meterle la nueva cumbia a la gallada, pero el público terminó agarrándose a combos. "Los cabros que venían de la dictadura estaban muy duros para vacilar estos ritmos", afirma un cercano.

Ahora la cosa es distinta. Miles de jóvenes quieren puro gozar moviendo las caderas, a veces con pachanga y en otras oportunidades con cumbias clásicas o nuevas.

El Festicumex partió después de once y comenzó a llegar un gran número de seguidores de Chico Trujillo y la Banda Conmoción. Principalmente eran universitarios con hambre de fiesta y papás jóvenes con sus niños.

"Me gustan estos carretes de cumbia porque son al aire libre y comienzan temprano. Puedo venir con mi hijita María Franka (3), ya que le encanta bailar y cantar. Hay mucha buena onda", señaló Tamara Malbrich (28).

"Yo creo que es algo generacional. Se han botado miles de prejuicios y ahora somos más sinceros para expresar con el baile lo que sentimos. Todos participan moviendo el poto y las caderas", dijo René Ruiz (26), que se culebreó todo lo que pudo.

"La cumbia y este tipo de espectáculos tienen más identidad que las cosas gringas. Es como la cueca chora. Lo llevamos en la sangre", sostuvo convencida Catherine Soto (21).

ARTISTAS CREAN SANDUNGUEOS MÁS RAROS QUE GALLINA FUCSIA

Un piño de músicos famosillos que pone los ojitos blancos con el movimiento de la Nueva Cumbia Chilena participó entusiasta en el primer Festicumex realizado en Santiago.

Artistas de los grupos Chico Trujillo, Banda Conmoción, Los Tres, Electrodomésticos y La Chilombiana, entre otros, formaron bandas ficticias y tocaron lo que se les vino al cuore y la mente en improvisadas formaciones cumbiancheras como Cataratas Secas, Carajos del Tercer Milenio, Don Andes Tetarroja, Mami Dulce y Padre Teresa.

Con una mezcla de bronces, contrabajos africanos, maracas, violines y computadores, inventaron sandungueos a todo ritmo.

"Esto fue muy entretenido e interesante. Vino público que sigue a todos estos grupos, pero al final disfrutaron de algo distinto. La juventud actual es muy alegre y lo mejor es que hay mucho público para tocar", dijo Titae Lindl, de Los Tres y Ángel Parra Trío.

Cristián "Huevo" Sanhueza, director de la Banda Conmoción, contó que "esto sirve para ampliar el público de la música chilena".

Por: Ronald Henríquez Madariaga