En un céntrico restorán de calle Amunátegui, en Iquique, Junior Jara Espinosa, peruano y de 25 pepas, pasaba un rato agradable en compañía de su pareja D.V.V., de la misma edad, y un amigo.

Pero por culpa del cochino copete el cholito se puso odioso y empezó a increpar a la pobre mujer, hasta que la cosa pasó a mayores y la golpeó en el rostro.

La aguerrida fémina, lejos de amilanarse, pescó un vaso de agua y se lo tiró en la cara a su agresor.

Pero la penca mezcla de copete con odio le jugó una mala pasada al cholito, quien se abalanzó sobre la mujer, volvió a golpearla y, además, la mordió salvajemente en las manos, arrancándole pedazos de carne y provocándole fracturas en sus dedos.

Los gritos alertaron a funcionarios de Carabineros, quienes llegaron al toque y pescaron de un ala a Junior Jara, que intentaba escapar por una puerta lateral.

Jara fue imputado por el delito de lesiones graves y quedó con orden de arraigo, firma semanal y no puede acercarse a su enamorada.