Un piloto encargado de fumigar un maizal del predio Agrícola Los Molinos, de la empresa Pioneer, ubicado en el sector Yánquil de la comuna de Nancagua, Región de O'Higgins, habría dejado caer su lluvia negra sobre el criadero de cerdos La Plaza, donde no quedó chancho parado.

La denuncia la presentó la administradora del criadero Claudia Arce, quien dijo a La Cuarta que hasta ayer habían muerto más de cien animales. El SAG faenó a cuatro de las víctimas y determinó que fallecieron envenenadas. La Universidad de Chile también investiga la hecatombe porcina.

Germán Alessandri, gerente de Asuntos Externos de Pioneer, sostuvo que ellos no tienen nada que ver con la carnicería, porque "la aplicación, habitual, se hizo a 400 metros del predio afectado, bajo el control del SAG, y mediante el uso de un producto que no es tóxico".

Dos temporeras, Fabiola Navarro y Eva Arce dijeron al diario pop que luego de ser bañadas por la llovizna que dejó caer la avioneta sufrieron vómitos, mareos y e irritación en los ojos, lo que les impidió seguir trabajando.

ESTABA ESCRITO

El Armagedón de los Chanchos ya había sido revelado por los profetas y el Calendario Maya como uno de los signos apocalípticos que se observarán poco antes de que el Ángel del Juicio Final ponga las sillas sobre la mesa, baje la cortina metálica y clausure para siempre este boliche.

"Y llegara el día, ¡ay de los cerdos que se revuelcan y refocilan en el barro de su iniquidad, en que una estrella metálica lanzará sobre sus cabezas, lomos y chuletas, nubes de azufre y nitratos fosforados, hasta terminar con sus gracientas vidas". Así habló Zarathustra poco antes de huir hacia el desierto, donde pasó diez años alimentándose sólo de salchichón cerveza, mortadela y turín.

J. Pinto/M. Vega