Desde hace dos años las grandes jornadas del boxeo criollo van acompañadas de la belleza infartante de Cocó Castañeda, quien pese a llevar tanto tiempo deleitándonos con sus carteles en el ring, anda buscando un profe que le enseñe este deporte.

De la unión de una mami ecuatoriana y un papi chileno salió esta ricura, que lleva 15 años en Chilito y dos de ellos arriba del ring, donde la belleza vuelve loco al público pasando los carteles que indican los números de cada round.

"Primero me invitó Camilo Zamora, porque me dijo que necesitaba a una chica para pasar los numeritos. Me daba mucha risa, porque a diferencia de cuando vas a otros lados, como un desfile, acá te gritan cosas más ingeniosas. En vez de decirme ¡rica! que es lo típico, me gritan hazme un hijo, te quiero hacer el amor, casémonos", soltó la muchacha oriunda de las alturas quiteñas.

- ¿Y alguna vez ha tenido que usar las manos por ahí?

- Una vez un hombre me tocó el queque, así que en el mismo momento me di vuelta y le puse un combo en el hocico, como se dice acá en Chile. Claro que no sé si le habré dado al culpable o si habrá pagado un inocente, ja, ja.

- ¿Qué es lo más duro que le ha tocado ver?

- Una vez hubo una pelea donde llevaban como 10 rounds y tuvieron que pararla, porque los dos estaban sangrando. Fue chocante.

- Y cómo se le portan los hombres chilenos.

- A los chilenos les hace falta ser más románticos. Van muy al grano y eso espanta a las mujeres.

- ¿Sería una buena cita invitarla a boxear?

- Me encantaría aprender, ojalá aparezca alguien que se ofrezca a enseñarme. Me encantaría ser la boxeadora sexy, ja, ja.

-Mish, y a mí que me dicen “Rocky”...