La marcha por los derechos humanos que se realiza tradicionalmente hacia el Cementerio General una vez más pasó a segundo plano.

Los grupos anarcos se fueron con todo contra el mobiliario público, empresas, bancos, el Santuario de la Virgen de Montserrat y hasta con los apóstoles de la prensa.

La "prensa burguesa", como dicen los cabeza de polera, grababa la barricada que ardía fuera del Cementerio General y los camotazos que le tiraban a los polis.

Como los tontos piensan que los reporteros gráficos andaban "sapeando", agarraron sus cámaras y las azotaron contra el suelo.

Cuando los profesionales intentaron rescatar los restos de sus herramientas de trabajo, los amermelados no hallaron nada más "simpático" que darles una pateadura. Luego los corretearon a piedrazos y xuxadas. Cero respeto.

CAMOTES

El paso de la marcha por el edificio de Aguas Andinas en Amunátegui con Balmaceda fue caótico.

Un grupo de hinchas de "Los de Abajo" las emprendió contra el edificio con piedrazos y sacaron hasta aplausos.

Cuando uno de los camotes rompió un vidrio, un grupo anarco tiró bombas lacrimógenas hechizas a su interior mientras otro lote gritaba "¡fuera los españoles, estaticen el agua!".

En avenida Recoleta los locales comerciales estaban protegidos con paneles de madera y con mallas kiwi.

Pero ni así se salvó un BCI. Los atarantados arrancaron de cuajo los paneles y destrozaron igual los vidrios.

A esa altura algunos anarcos se escondieron pidiendo "santuario" en el museo de la Iglesia Recoleta Franciscana.

En calle Dávila se enfrentaron a piedrazos con los polis, que fueron defendidos en forma insólita por un cumita con honda.

Finalmente, justo frente al "Quitapenas", los camoteros pusieron su centro de operaciones y les tiraron peñascazos a los polis, encendieron bombas de ruido, prendieron una barricada, y quemaron una bandera yanqui y una chilena.

Sólo la acción del guanaco y el zorrillo puso fin a otro día de furia que acabó con 23 detenidos y tres policías heridos.

HEREJES ATACAN HASTA SANTUARIO

Un grupo de nonitos casi se va de espaldas el loro cuando vio que tres flaites agarraron a peñascazos el Santuario de la Virgen de Montserrat, en Recoleta con Santos Dumont.

"¡Qué les pasa! ¿Acaso quieren romperlo todo? ¡Respeten a la iglesia aunque sea!", gritaban las nonitas desafiantes.

Aunque no lo crea, los anarcos dejaron de apedrear el Santuario, pero empapelaron de garabatos a las fieles viejitas. ¡Se pasaron!.

Ramiro García S.