El 2003 Begoña Mancilla declaró al diario pop, luego de obtener el cetro de Miss Reef, que "desde niña me sentía muy acomplejada por mi trasero, todos decían que tenía colita de ratón: Chiquitita y paradita".

Aun así, la modelo y bióloga marina se quedó con el cetro que la acreditó como la mujer con la mejor retaguardia de Chile, y nos representó en la elección de la Miss Reef del continente, que perdió de pura mala suerte.

Siete años más tarde, la ricura con traje de baño volvió a ser noticia, pero lejos de una pasarela y los ojos de sus califas admiradores.

Begoña superó una exigente selección y podrá trabajar como salvavidas en la región de Valpo. Después de pasar una ruda prueba se convirtió en una de las 85 personas que a partir del 15 de diciembre vigilarán entre Playa Ancha y Concón.

La guachita contó que el examen fue peludo, no como antes que se medía sólo la capacidad física de los postulantes a la silla de vigilante.

Esta vez se simuló el rescate de un curao odioso a 75 metros de la línea costera, pero eso no fue lo más complicado porque el mar estaba picado y lloviznaba. El tiempo no impidió que la mujer, que ha estado metida en el agua desde que tiene memoria, sacara al ahogado antes de que se le pasara la mona.

La crespa marcó 4 minutos 19 segundos, lo que incluso fue mejor que el registro de algunos delfines con gualetas. "Este año las pruebas fueron más entretenidas. El examen fue óptimo y había que hacerlo en un tiempo máximo. Partió con un pique de 50 metros en playa, después nadé 75 metros hacia la víctima, la arrastré la misma distancia y en la playa la llevé a un sitio seguro para hacerle reanimación. Creo que fui el mejor tiempo de las mujeres", se quebró.

Con esa demostración de destreza acuática, se ganó el vistoso uniforme amarillo que vestirán este verano los rescatistas que pasaron los exámenes teóricos y prácticos para vigilar las playas.

La modelo de inconfundibles curvas y rizos castaños, impondrá respeto entre los bañistas de Los Lilenes, sector que es administrado por su padre y donde ha realizado varios rescates desde que era una sirenita de mar.

"En Chile no se respeta al salvavidas. He visto el trato que se les da y no es el debido. Las personas piensan que el salvavidas toca el pito por molestar y que prohíbe tomar cerveza por lo mismo, cuando lo que se hace es prevenir y evitar que la gente ponga en riesgo su vida", , explicó la lindura.