Sabido es por todos que el terremoto del pasado 27 de febrero dejó la mansaca en varias construcciones nuevas de la capital, sobre todo en edificios que estaban por estrenarse o que recién recibían sus primeros habitantes.

Emblema de este dramón fueron el edificio "Regina Oriente", de calle Regina Pacis, el "Emerald" y "Los Cerezos", ambos en avenida Irarrázabal. Todos comparten en común el quedar en la comuna de Ñuñoa y haber sido declarados inhabitables por la Dirección de Obras del municipio.

Con esos panoramas los vecinos se organizaron para patalear y exigir la reparación que a cada quien le acomodara más por parte de la inmobiliaria: Penta para el "Regina Oriente", Paz para el "Emerald" y Viva para "Los Cerezos".

Mientras, vivieron en hoteles y después arrendaron depas de precio similar a los que habían comprado en los malogrados edificios.

"El primer mes vivimos en un apart hotel y después nos cambiamos a departamentos donde la inmobiliaria paga el arriendo, que debe ser similar al dividendo que uno estaba pagando", confesó a La Cuarta, Max Monreal, presidente del Comité de Reparación formado en el edificio de calle Regina Pacis 760.

Dicho comité logró llegar a buen puerto con la constructora y dejó contentos a quienes querían reparaciones y también a los que querían su platita de vuelta.

"A los que pidieron el reembolso de su dinero les compraron el departamento más los gastos operacionales, dos meses de arriendo en otro lugar y costos de mudanza", reveló Monreal, quien optó por esperar a las reparaciones para volver al que había elegido como hogar.

Explicó que sólo el 40% de quienes habitaban el edificio volverán tras el arreglo, que partió hace más de un mes. Es decir, unos 50 departamentos volverán a ser ocupados el 15 de diciembre, fecha de la nueva entrega.

- ¿Qué los convenció de que se puede arreglar un lugar declarado inhabitable?

- Es que nuestra confianza está en el comité, que lo conformamos con un grupo de especialistas. Eso nos certifica, ya que la confianza con la inmobiliaria se perdió hace rato.

- ¿Pidieron trabajar con alguna técnica especial de reconstrucción?

- Hemos hecho varias cosas especiales. Usamos procedimientos no tradicionales como exigir rayos X para asegurar las indemnidad del edificio y que los pilares estén sin daños.

- ¿Cómo es eso?

- Mira, el edificio se trata igual que un paciente. Se le aplican rayos para ver si hay quebraduras internas, imperceptibles al ojo o al tacto.

Por su litro, el edificio "Los Cerezos", también tiene su comité y los trabajos empezaron hace un par de semanas. Gino Reducci, integrante del grupo por la reparación, confesó que será "poca la gente que vuelva a vivir acá".

Para el hombrón, la estampida radica en que la obra no había sido entregada en su totalidad "y pasó lo que pasó" con apenas 92 departamentos ocupados de un total de 202.

Aunque la entrega no tiene fecha aún, la Dirección de Obras de la Muni de Ñuñoa será la que deba aprobar las reparaciones y decretar habitables los edificios hoy abandonados.