Nelly Díaz Delgado, la dirigenta del Registro Civil que hace más de un mes guaripolea el paro de los funcionarios, posee un diplomado en lucha contra los dramas de la vida.

Es de armas tomar, eso lo saben sus cercanos y sobre todo los otros dirigentes de la ANEF, que aseguran que el poder del Registro Civil dentro de la Asociación, proviene de la fuerza de “La Nelly”.

Su carácter se lo debe a su madre, dueña de casa del mismo nombre, que la trajo a la vida el 14 de diciembre de 1956, en Rancagua.

Desde cabra chica le tocó duro y como su familia era de escasos recursos tuvo que ponerle el hombro a la pega cuando apenas se empinaba sobre los 14 años.

Cursó su enseñanza media de noche y jamás dejó de trabajar.

Recién a los 36 años hizo un aro en su vida para dedicarla al amor y se casó en Cauquenes con Jorge, un hombre diez años menor, que la ha acompañado durante las últimas dos décadas y con quien tuvo dos hijos.

El grupo familiar vive en una bonita, pero sencilla casa en el sector sur de San Bernardo.

“Son chiquillos súper tranquilos y unidos, van a todos lados juntos. Uno va a la U hace dos años y el otro todavía está en la enseñanza media”, relató Alejandra, una vecina que asegura conoce al clan desde que llegó a la villa, hace  ya 18 años.

Agregó que es difícil conocer a la señora Nelly porque es una mujer ultra hermética, “nunca la he visto compartir con otra familia ni tampoco que alguien venga a visitarla”, reveló la vecina.

Eso sí, contó que “se ha notado mucho más la ausencia de ella durante las últimas semanas por estos lados, pues sus niños compran comida preparada todos los días acá mismo en el barrio”.

La vecina peló que pese a lo reservados que son, “todo el mundo los conoce porque don Jorge hace trabajos de gasfitería y carpintería”.

ALBOS Y DEPORTISTAS

La presidenta de la Asoción de Funcionarios del Registro Civil alega que no se casa con nadie y que no tiene color político. Sin embargo, en el fútbol su color es el blanco, dicen los cahuineros del barrio.

Don Nelson y la señora Sylvia son los que más hablan con los Soto Díaz y cuentan que Jorge se ríe de los millones que le achacan a su señora.

“Si fuera cierto altiro me las doy de cafiche y me compro una parcela”, le dijo entre risas el marido de la dirigenta a sus vecinos.

6 AÑOS CON LAS RIENDAS

Desde el 2009 que la “mujer de hierro” del Registro dirige los destinos de su gremio y hace 35 que trabaja en el servicio donde está a cargo de responder los reclamos de los usuarios que tiene dramas con los trámites que se hacen por internet.

Sus colegas contaron que se  ha ganado el respeto y el apoyo de sus pares porque es de las primeras en llegar a la pega y se da el tiempo de hablar con cualquiera.

Pero no todo ha sido miel sobre ojuelas, porque el año pasado el dirigente Santiago González ingresó en la Contraloría una denuncia en su contra por falsificación de firma en una carta donde se solicitaba a la Presidenta Michelle Bachelet la renuncia de varios funcionarios.

Por esta paralización de actividades del servicio, que ha significado que un millón 500 mil trámites se hayan dejado de hacer, ha cosechado también muchas críticas y odiosidades.

A ella no le faltan pilas para culpar al Gobierno por un bono que supuestamente habría ofrecido el ex ministro de Justicia, Juan Antonio Gómez.

Tras la marcha de ayer, una persona le lanzó monedas a Nelly afuera del edificio de Huérfanos del Registro. Ella dijo:   “Tengo amenazas de muerte. Dos monedas no me hacen daño. Las amenazas de muerte no me hacen daño, ni un accidente cerebrovascular me ha matado”.

Otros dicen que al igual que otros dirigentes (ver nota aparte) enfilará al Congeso si se va de esta pega.