Hoy por hoy la principal preocupación de las autoridades de salud es el comportamiento que tendrán los turistas que lleguen a los principales balnearios del país y cómo evitar posibles aglomeraciones que se conviertan en caldo de cultivo para el odioso bicho.

En la actualidad, según cifras del último informe epidemiológico (ver tabla), los balnearios del país que concentran la mayor cantidad de casos activos y el nivel de incidencia más alto, son los que se ubican en el extremo norte del país, y las playas de la región del Biobío al sur.

Para Ignacio Silva, infectólogo y académico de Facimed Usach, "las vacaciones son fundamentales para dar un respiro a la población, a los trabajadores de la salud, por ejemplo, y a todas las personas que han estado encerradas este año, con mucha presión, sicológica, económica, familiar y laboral".

Respecto a la implementación de permisos para irse de vacas, destaca que "no están mal, siempre y cuando haya una buena fiscalización de aforos, distancia física y uso de mascarillas". En ese sentido, indica que "el principal consejo para quienes salgan de vacaciones es ojalá ir a un lugar fijo, que puedan privilegiar actividades al aire libre, siempre usando mascarilla. Evitar reunirse con personas de alto riesgo como lo son adultos mayores y enfermos crónicos, tratar de irse de vacaciones con el núcleo familiar, y no abrir el círculo a otras personas que puedan aumentar el riesgo de contagio".

Agrega que "si están enfermos o con síntomas de Covid, no salgan de vacaciones y si presentan alguno de los síntomas estando de vacaciones, consulten oportunamente, y ojalá vuelvan en su vehículo o soliciten una residencia sanitaria".

Respetar normas. Por su parte, el director general del Instituto de Políticas Públicas en Salud de la U. San Sebastián, Manuel José Irarrázaval, señala que "el consejo sería, por supuesto, cumplir las normas sanitarias o sufrir sanciones creíbles, aplicadas a todos, sin excepciones".

En relación al permiso de vacas, indica que "es una decisión que creo es correcta. La gente está muy afectada por casi 10 meses de restricciones, por justificables que sean. Dar un poco de alivio es razonable, pero si se abusa de esto, como parece ocurrió (en la fiesta en Cachagua), lo lógico es castigar ejemplarmente".

Número de casos activos y tasa de incidencia actual por balneario