"Correos humanos" hunden al mafioso siciliano Giovanni Ciulla

Al menos seis correos humanos chilenos se están pudriendo en cárceles de España, Francia y Holanda. Cada uno de ellos arriesga penas que van desde los 5 hasta los 20 años de presidio por narcotráfico.
Juan Puga Arros, Carolina Pizarro Cáceres, José Carrasco Barra, María del Carmen Orellana Lara y Alejandra Andrea Linco Tranamil llevaban adosados a sus piernas 3 kilos 200 gramos de coca cuando fueron capturados.
El supuesto exportador de la droga es el italiano Giovanni Ciulla, perteneciente a la rama americana de una familia que hunde sus raíces, profundamente, en la mafia de Palermo.
En Chile tenía dos domicilios, 23 de Febrero 8885, en La Reina, y Patricio Lynch 190, Reñaca, Viña del Mar.
El nombre del contacto europeo, o comprador, aún permanece en el misterio. Para los correos y la policía es simplemente el contacto italiano o "Vicente".
TAPÓN
Según la investigación de la Fiscalía, cada correo recibía entre 1 y 2 palos por realizar su viaje.
Uno de ellos, Óscar Jara, tras entregar la droga quebró una de las reglas de oro impuestas presuntamente por Ciulla a sus emisarios: Abrió el sobre y contó el dinero que recibió a cambio de la cocaína. Fue tal su asombro que cuando le propusieron un nuevo viaje pidió 4 guatas.
La tapa se escuchó hasta en Alaska.
Uno de los policías que participó en la investigación aseguró a La Cuarta que la inversión que hacen los narcos vale la pena.
"Un kilo de cocaína en Lima cuesta 1 millón 200 mil pesos. En Arica o Iquique se transa en 1 millón 700 mil pesos, pero en cualquiera capital europea su precio alcanza los 35 mil euros, es decir, 27 millones de pesos", explicó el oficial.
TORTAZO
El lunes se inició el juicio contra la banda. En el banquillo de los acusados se sienta el capo, Giovanni Ciulla, sobrino de Giusseppe Ciulla Salutte, quien falleció en un accidente automovilístico el 12 de agosto de 1990, cuando regresaba a su hogar junto a su mujer, la narco internacional Elena Guerrero Espinal, alias la "Canalla".
Habían visto ganar en el Club Hípico a uno de los purasangre de su stud "Récord". Una micro pulverizó su Volkswagen en la esquina de Nataniel y Alonso Ovalle.
Nunca pudo regresar a Italia, donde estaba condenado a cerca de 100 años de cárcel por Giovanni Falcone, el fiscal asesinado por la mafia.
Junto al personaje se sientan su mujer, Romina Villalón Guerrero, la "Canallita" ; Juliette Quezada Guerrero, Ana Soledad Jiménez Espinal, Julio Bernabé Farías Jiménez, Marisa del Carmen Quintanilla Villalón, María Hortensia Quintanilla Villalón y Jorge Cristián Guerra. Toda la familia, más allegados, socios y compadres.
La Fiscalía pide para ellos condenas que van desde 8 a 12 años de cana.
FUNAN MOVIDAS CON VIEJO TRUCO DE "PINCHAZOS"
El fiscal Víctor Santelices jura que el grupete constituía una organización "que enviaba droga hacia el extranjero con ciudadanos chilenos que finalmente fueron capturados en Europa".
- ¿La investigación se basa en sus testimonios?
- Principalmente a través de la coordinación policial y las escuchas telefónicas, que permitieron interceptar esos envíos y la colaboración que esos detenidos prestaron a la investigación.
- ¿Qué hecho detona la investitigación en Chile?
- Los antecedentes de inteligencia de la Jefatura Nacional Antinarcóticos indican que esta familia se dedicaba al narcotráfico.
"NO EXISTE". El abogado Mario Palma, defensor de Marisa y María Quintanilla Villalón, asegura que sus clientes no tiene ninguna participación en los ilícitos. "Sn inocentes de los cargos que se les imputan. No tienen ninguna participación en la organización criminal. Creemos que tal organización no existe", remachó.
CAYERON COMO MOSQUITAS ANTES DE ENTREGAR MERCA
La Fiscalía Oriente fijó el cronograma de envíos de droga que realizó el Ciulla hacia Europa a partir de 2006. A mediados de noviembre de ese año Ana Jiménez Espinal contrató a la prosti Perla Espinoza para que entregara el primer envío a su contacto italiano: "Vicente". La operación se efectuó el 6 de diciembre. Perla realizó otros viajes hasta que entró en pánico y desertó de la organización, en marzo del 2007.
El segundo correo fue Óscar Jara Quezada, quien logró una entrega en Barcelona, España.
Idéntica misión cumplió Marisa del Carmen Quintanilla, a quien la PDI logró pesquisarle un viaje a Madrid el 13 de marzo del 2007.
Gracias al trabajo de inteligencia, el tráfico telefónico de la banda fue interceptado y los correos humanos comenzaron a caer como moscas.
La seguidilla se inició con Juan Puga Arros, quien viajó en un vuelo de Iberia hasta Madrid, donde el 29 de enero del 2007 fue detenido.
Semanas después le tocó el turno a Carolina Andrea Pizarro Cáceres. El 27 de febrero fue sorprendida en el aeropuerto de Barajas, Madrid, con 3 kilos 240 gramos.
El 16 de abril se le acabó la suerte a Óscar Jara Quezada. Apenas bajó el Jumbo de Iberia fue capturado con 3 kilos 240 gramos de cocaína de alta pureza.
Otros correos humanos que cayeron fueron José Aníbal Carrasco Barra, detenido en Amsterdam; María del Carmen Orellana Lara, apresada en París, y Alejandra Andrea Linco Tranamil, quien también se ve envejecer en una jaula de la Ciudad Luz.
Manuel Vega O.
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