La pequeña y pintoresca ciudad de Coyhaique, con sus apenas 63 mil habitantes, ha permanecido en las últimas semanas sumergida en una oscura y espesa nube de humo, harto más cuática que la que ya se posa sobre Santiago.

Si entre el 24 de abril al 7 de mayo, Santiago promediaba 39,5 ug/m3 de MP 2.5 (el material Particulado más peligroso para la salud de la población), en Coyhaique los niveles se multiplicaban casi por 6 al situarse en 221,7 ug/m3 de MP 2.5. Según el Ministerio de Medio Ambiente, recién con un promedio de 24hrs mayor a 50 ug/m3 se considera sobre la norma. "La alta contaminación es un tema recurrente para nosotros y no será fácil de resolver. Hay factores que son inevitables, como el tema climático que ha mantenido condiciones de baja temperatura, poca ventilación y poca lluvia", comentó el alcalde de Coyhaique, Alejandro Huala.

"Hacemos un llamado a la ciudadanía a tomar conciencia en la utilización de la leña, que ojalá sea seca, que vayamos cambiando la matriz de calefacción junto con las medidas del Plan de Descontaminación", agregó.

Cuando la escarcha congela el pavimento por temperaturas que han bajado esta temporada hasta unos -6 C°, y más de algún coyhaiquino queda patitas pa’ arriba por un costalazo, los más de 23 mil calefactores y cocinas a leña de la ciudad comienzan a lanzar sus fumarolas sin interrupción. Según estudios recientes, en un hogar se pueden llegar a consumir hasta unos 28 m3 de leña al año, cuyo valor va entre los $22 mil y $35 mil dependiendo de la calidad. El problema surge en el abundante empleo de leña verde, más económica para el 65% de la población de Coyhaique, que posee un ingreso igual o inferior a $500 mil, según un estudio de la Consultora Mori realizado a fines de 2015.

"Es complicado el humo, sobre todo cuando uno vuelve al hogar en la tarde; te pican los ojos y se obstruye la nariz. En la casa ya se comenzó a filtrar hacia adentro el humo", comentó Marcela Haro, de 38 años y quien vive en la ampliación de la población Bernardo O´Higgins.

Hasta el domingo, Coyhaique sumaba 24 días de episodios críticos, y con niveles máximos que sobrepasan el rango 1.000 del Índice de Calidad de Aire por Partículas (ICAP). El registro deja a la ciudad como la más contaminada de Sudamérica y la equipara con grandes metrópolis como Beijing (China), donde las autoridades han llegado a declarar alerta roja por la altísima concentración de material particulado suspendido en el aire.

Frente a esto, el Ministerio del Medio Ambiente lleva adelante un Plan de Descontaminación Atmosférica dirigido a potenciar la eficiencia energética. Incluye, entre otros aspectos, un programa de recambio gradual de calefactores, restricciones al uso de sólo un artefacto a leña por hogar y el mejoramiento de los sistemas de aislación térmica de unas 7.000 casas.

Según autoridades locales, uno de los otoños más secos en los últimos años ha incidido en la casi nula dispersión de contaminantes, lo que potencia la ubicación de la ciudad en un valle rodeado de cordón montañoso. "Estamos fiscalizando durante día y noche focalizados en calderas a combustión a leña y domicilios particulares, desarrollando inspecciones preventivas, con un enfoque informativo y educacional; sin embargo, ya se han iniciado dos sumarios sanitarios a empresas por encendido de caldera en episodios críticos", afirmó la Seremi de Salud de Aysén, Ana María Navarrete.