Al verlo con su cara de santo, siempre preocupado por los más pobres y sobre todo por los niños desamparados, nadie ponía en duda el sacerdocio del "Padre Carlos" y sus supuestas buenas intenciones de hacer en Talca una fundación de ayuda a menores en riesgo social.

"El curita era tan bueno que hasta le buscó casa a familias de campesinos y convenció a algunos jóvenes para que entraran a la universidad, con la promesa de que él les pagaría los dividendos y las mensualidades. Pero luego nada de eso ocurrió", relata una de las víctimas del falso cura que, abusando de la confianza de inocentes feligreses, logró reunir al menos cinco palos en estafas.

El "sacerdote" se hacía amigo de sus víctimas y les contaba que estaba trabajando arduamente para crear una fundación de ayuda a niños en riesgo social, en Talca.

Según el "padrecito", había una organización europea que le había donado 9 palos para la futura fundación, pero él necesitaba pagar los impuestos para ingresar el dinero al país, suma que ascendía a 8 guatas.

Con este cuento convenció a una mujer para que le consiguiera préstamos por 2 palos 600 lucas, más los respectivos intereses, mientras que otras tres personas cayeron con montos más pequeños, convencidos de que la plata iba a ser utilizada con fines altruistas en la futura fundación "Niño Feliz", para la cual incluso arrendó una casa.

MULÉITOR

Además el sujeto contrató a psicólogos y otros profesionales para que hicieran las fichas de los menores que serían acogidos por la fundación. Los profesionales se sacaron la mugre trabajando y jamás vieron un peso del sueldo que les había prometido el curita.

La denuncia hecha por uno de los estafados permitió que efectivos de la Brigada Investigadora de Delitos Económicos de la PDI de Talca detuvieran al "cura" Carlos Alfonso Acuña Parra (50), quien era acogido por una familia de la Villa Pucará de Talca, que ni se imaginaba que era un estafador.

Además, entre sus pertenencias se encontró una sotana de cura, un título de contador, numerosos libros religiosos,  tales como la Biblia, La Vida de los Santos, Vidas Ejemplares, Imitación a Cristo, La Vida Santa de Juan Pablo II",  Encíclicas Papales del siglo XX,  La Fe más Excelsa, y otros textos santos, pero entre sus páginas se encontró abundante pornografía profana que que había bajado de Internet.

OFRECÍA PAGAR DIVIDENDOS A BARRA POBLETE

El jefe de la Bridec, comisario José Gutiérrez, relató que "el sujeto venía operando desde hace unos seis meses en Talca, engañando a diferentes personas a quienes les contaba que había una fundación en el extranjero dispuesta a hacer un aporte para formar una sociedad de ayuda a niños en riesgo social que él solo necesita pagar los impuestos para ingresar el dinero".

El detenido fue puesto a disposición del tribunal de garantía de Talca, donde el fiscal Miguel Angel Orellana formalizó una investigación en su contra por el delito de estafa, tras lo cual el Tribunal de Garantía ordenó su prisión preventiva.

El falso sacerdote no sólo se dedicó a entregar sacramentos a la mala, sino que además ilusionó a mucha gente pobre. Así lo relata el corredor de propiedades Romeril Valdés, quien señaló que "este señor vestido de cura ilusionó a mucha gente pobre de sectores rurales, donde les decía que se compraran casas y que él les ayudaría a pagar los dividendos. Muchos llegaron a mi oficina en busca de casas, porque confiaban en que el cura se las pagaría, incluso les dijo a varios jóvenes que se matricularan en la Universidad y que luego él les pagaría las mensualidades".

Agregó que "me dijo que quería comprar dos parcelas en 120 y 180 millones para la fundación. Me contó todo el proyecto y yo ayudé a encontrar las propiedades, redacté las escrituras, él se comprometió a pagar al contado, pero justo al momento de firmar salió con que tenía un problema en el banco".

CHANTA CON SOTANA CONFESABA A LOLOS

El falso "Padre Carlos" era querido en los sectores rurales aledaños a Talca, donde incluso ofició misas en algunas casas. Por ello, los primeros indicios que se tuvieron del caso los aportó la vicaría pastoral de Talca, que hizo una denuncia hace un mes e informó que existía un hombre que se hacía pasar por cura y que incluso habría entregado algunos sacramentos.

El falso cura había tenido un fugaz paso por un Seminario de la Congregación Verbo Divino, en Buenos Aires, sitio desde donde fue expulsado, hace varios años, y por eso conocía algunos ritos católicos. Utilizando aquellos conocimientos, ofició misas e incluso confesó a jóvenes, desde el año 2007.

El vicario episcopal de Talca, Felipe Egaña, indicó que "como Iglesia lamentamos la situación ocurrida en nuestra diócesis. Deploramos la actitud que ha tenido esta persona".

La autoridad religiosa agregó que el sujeto fue excomulgado ipso facto.

P. Riquelme/ M.Vega