Sí, es cierto. Tiene apellido posom, pertenece a Universidad Católica y probablemente nunca ha pedido que lo lleven por gamba en la micro, pero igual el atleta Gonzalo Barroilhet es enfermo crónico de humildad y con los pies bien puestos en sus zapatillas deportivas y en la tierra.

Por eso, cuando se enchufó el segundo lugar al completar un total de 7.827 puntos en decatlón, en el Torneo de Texas Relays de Estados Unidos, el cabro cachó que su gran momento había llegado: Clasificó a los Juegos Olímpicos de Beijing.

"Es súper gratificante, pues se trata de un trabajo de años. Yo me acuerdo cuando iba en el colegio y veía muy lejana la posibilidad de ir a China", aseguró tras el éxito en Gringolandia el crédito nacional, quien se adjudicó el cartel de "hombre récord" tras gozar de una excelente temporada este 2008.

Y es que además de romper la marca sudamericana de heptatlón, su ingreso a la exclusiva nómina de 27 deportistas jaguares que competirán en Asia lo consiguió con una nueva marca en la especialidad: Completó las 10 pruebas superando en 127 unidades la mínima exigida.

CON HAMBRE

Pero el camino de Gonzalo fue largo y con  muchas vallas, aunque parezca una ironía. A principios de año  viajó a Norteamérica apoyado por un proyecto de ADO Chile y, tras romper y romper marcas, tuvo su gran desafío en "deca".

"Hubo harto sacrificio y ahora la idea no sólo es ir a China, sino que también a Londres el 2012. Lo que sí puedo asegurar es que quiero sí o sí mejorar mi marca y pasar los ocho mil puntos", reflexionó en aquel momento el atleta.

De esta forma, Gonzalo Barroilhet marcará presencia en Beijing junto a los también atletas Roberto Echeverría, Natalia Ducó, Marco Antonio Verni, Ignacio Guerra y Cristián Reyes, el pentatleta Cristián Bustos y la triatleta Bárbara Riveros.