Un cuarteto más califa que novio en luna de miel convirtió en Sodoma y Gomorra su estadía en un motel de Iquique, y todo porque no encontraron nada mejor que encaletarse todos en una pieza destinada sólo para dos personas, en la que fue una ardiente orgía grupal.

Los californias hechos ocurrieron en el motel Geisha, ubicado en el sector Bajo Molle, donde, como ocurre normalmente, una pareja llegó en un auto con la intención de hacer las sabrosas tareas.

Todo iba pulento. El parcito entró en su tocomocho, pagó su respectiva estadía de 35 lucas y una cortina cubrió su vehículo, para darle la intimidad que corresponde a su momento de placer.

El problema vino cuando los administradores se percataron que en la pieza no había dos amantes, sino que cuatro, quienes se habían encaletado a la mala en el maletero del vehículo.

Los encargados, al cachar que se habían mandado la mansa orgía, decidieron cobrar el doble y se desató un despelote peor que película porno, que terminó con la cama rota, vidrios quebrados y una serie de daños en la pieza, que obligaron a la acción de la patrulla anticalifas de carabineros.

“Había dos muchachos y dos chicas, a quienes se les calculó que el total del servicio tenía un valor de 70 mil pesos y no 35 mil como ellos querían pagar”, soltó todavía con algo de cuco en el cuerpo Mildren Acho, una de las tantas camareras.

- ¿Y cómo cacharon que había cuatro califas?

- Después de las cinco horas que dura la promoción la pareja nos dijo que necesitaba otra champaña, pero que tenían 30 mil solamente. Y cuando estábamos en esa charla abrí un poco la ventanilla y me percaté que había otro hombre en la habitación.

- ¿Y qué pasó?

- Les dije que debían retirarse porque eran cuatro. Que eso no se hacía. Y claro, después, cuando fui a testificar, la carabinera me dijo que habían entrado en el maletero del auto.

- Esa onda...

- Los chicos, que tenían como 28 años, se cambiaron rapidito y empezaron a amenazarnos. Está todo grabado, incluso cuando empiezan a tirarnos piedras. Nosotras cerramos las puertas y llamamos a Carabineros, quienes se demoraron en llegar y son testigos de todo lo que nos dijeron, porque nos gritaban que nos fuéramos a nuestro país a robar y se reían diciéndonos que ellos iban a volver a cagarnos porque conocían a medio Iquique.

A CONTROL

Según los datos de la Fiscalía Regional, los detenidos por daños son José Poblete Navarrete (28) y Camilo Zamora Tamayo (28), oriundos de la capital, quienes deberán juntar tres gambitas para reponer los ventanales y otras magulladuras, mientras que la mujer que pasó a control por amenaza es Anyela García Benavidez, iquiqueña de tiernos 25.

Todos, por ser primerizos, se acogieron a la suspensión condicional por un año, por lo que deben cumplir ciertas condiciones, como fijar domicilio, librarse de tetes y abstenerse, al menos, de frecuentar el “Geisha”.

Finalmente, entre medio de tanta cumbia, el dueño del local, de origen oriental, y que solicitió no dar su identidad, señaló a La Cuarta que “siempre rompen vasos y hasta las camas, como ahola. Y dos veces me han quelido botal el poltón”.